Esa breve etapa del enamoramiento en que no existe más que el ser amado en nuestra conciencia.
Premiere del film "Christine" 1959
"Con Romy, los recuerdos son dulces y dolorosos. Lo que guardo en mi corazón para siempre es su sonrisa. Cuando sonrió, todo se iluminó, cambió. En 1958, era un principiante. Ella ya es “Sissi”, estrella europea. Ella solo tiene 20 años. Yo era un lobo joven que Indochina había endurecido. Todo nos separaba. Hice algunas pruebas concluyentes y ella me eligió para estar a su lado en 'Christine'".
(ALAIN DELON)
"ROMY REPRESENTA 24 AÑOS DE MI VIDA Y DE MI CORAZÓN"
(ALAIN DELON)
DEBAJO FOTOS DEL PRIMER ENCUENTRO EN 1959 ENTRE ALAIN Y ROMY CUANDO ÉL FUE A BUSCARLA AL AEROPUERTO YA EN PREPARACIÓN DEL FILM QUE COMPARTIRÍAN "CHRISTINE" O "AMORÍOS" COMO SE LO CONOCE EN ESPAÑOL
EN LOS COMIENZOS INCLUSO SINTIERON ANTIPATÍA MUTUA.
Romy Schneider escribió en su diario sobre Alain Delon:
"En París, conocí a este joven espinoso e impulsivo que camina con vaqueros y una camisa, siempre tarde para el rodaje, corrió por la ciudad y me contó historias increíbles"
PERO EN UN VIAJE EN TREN PARA PROMOCIONAR EL FILM CHRISTINE (AMORÍOS) CUPIDO LOS HIRIÓ PROFUNDAMENTE.
EN ESOS PRIMEROS TIEMPOS, ALAIN NO CONOCÍA ALEMÁN, LA LENGUA MATERNA DE ROMY Y ELLA NO SABÍA FRANCÉS.
"AL PRINCIPIO NOS AMÁBAMOS SIN PALABRAS. MUCHAS VECES SIMPLEMENTE NOS MIRÁBAMOS Y SONREÍAMOS" (ALAIN DELON)
El 4 de abril de 1959, un mes después de su compromiso, Romy Schneider y Alain Delon pasaron el fin de semana de Pascua en la Costa Azul.
DEBAJO ROMY ALAIN, EDITH BOULOGNE (LA MADRE DE ALAIN) Y GEORGES BEAUME (AMIGO Y SOCIO DE ALAIN)
SEGÚN CONFESÓ EN SU LIBRO "LAS MUJERES DE MI VIDA", EL PRIMER Y GRAN AMOR DE ALAIN DELON HA SIDO LA ACTIZ AUSTRÍACA NACIDA EN VIENA, ROMY SCHNEIDER. ALAIN CONTÓ QUE SIEMPRE LLEVA UNA FOTOGRAFÍA DE ELLA EN SU PORTADOCUMENTOS Y MANTUVO UNA RELACIÓN DE MUCHA AMISTAD AÚN DESPUÉS DEL ROMANCE HASTA LA TRÁGICA MUERTE DE ELLA.
COMPARTIERON TRES FILMS: CHRISTINE (1958), DONDE SE CONOCIERON Y ENAMORARON INTENSAMENTE, ONCE AÑOS DESPUÉS SE REENCONTRARON EN LA PISCINA (1969) Y LUEGO EN EL ASESINATO DE TROTSKY (1972).
También compartieron en 1961 con gran éxito de público la representación teatral de "Dommage qu'elle soit une putain" (La compasión es una puta) donde interpretan a dos hermanos incestuosos. Se trató de una comedia de John Ford con adaptación al francés del agente y amigo de Alain, Georges Beaume y puesta en escena de Luchino Visconti (Théâtre de Paris - 27-03-1961)
Pocas semanas después de su compromiso, el 22 de marzo de 1959, volaron a Roma, donde Alain iba a rodar Rocco et ses frères . Romy conoce así a Luchino Visconti. Pasa la corriente y, una noche, les propone a la pareja ser los cabezas de cartel de Lástima que sea una puta , que debe poner en escena en el Théâtre de París. Romy, apoyada por Alain, acepta el desafío. Toma lecciones de fonética, pasa días ya veces noches trabajando en su texto.
La víspera del estreno, después del ensayo, Romy sintió un dolor agudo en el estómago, pero pensó que era por la emoción o la tensión. Entró al bar a tomar un trago, pero luego ni siquiera pudo subir al apartamento, Alain la llevó en brazos. Llamaron a un médico e inmediatamente fue hospitalizada y operada de urgencia po apendicitis aguda.
Dos semanas después, logró retomar su papel.
FRAGMENTO DE LA REPRESENTACIÓN TEATRAL DE ROMY Y ALAIN
DEBAJO FOTOS DE LA PAREJA CON LUCHINO VISCONTI, EDIT, LA MADRE DE ALAIN Y MAGDA LA MADRE DE ROMY
El encuentro inicial que había sido en 1958 cuando filmaron Christine derivó en un romance tan intenso que, al año siguiente, se convirtieron en los "novios de Europa" y celebraron su compromiso. Liberada de su posesiva madre, Romy vivió en París una existencia hecha de reuniones sociales y no convencional, pero lejos de la opinión pública germana y austríaca que criticaba su elección de pareja porque quería mantener su figura como la Sissi casi virginal que la lanzó a la fama.
Pero, la época dorada se terminó de empañar cuando la prensa reveló fotos de su compañero con una mujer joven. Se trataba de Nathalie, la futura madre de su hijo Anthony. Alain le dejó una carta de 15 páginas que llegó a manos de Romy a través de su amigo y agente Georges Beaume en la que le explicaba los motivos de la ruptura.
Así terminaron cinco años de pasión a menudo tormentosos, de choques temperamentales durante los cuales Alain llegó a decirle: "Cuando no caigamos en una disputa durante tres meses, me casaré contigo".
HABÍAN LLEGADO A TENER UN COMPROMISO FIRME DE CASAMIENTO.
DEBAJO EL ARTÍCULO DE UN DIARIO DE SEVILLA, ESPAÑA DEL 23-11-1960 ANUNCIABA UNA PRÓXIMA BODA DE ALAIN Y ROMY
Crónicas de época.
¡Cómo sufrió Romy el acoso de la prensa de la época! En todos los tiempos el periodismo es acosador pero, con el desarrollo actual de perspectivas de equidad de género, etc., este acoso parece ridículo,
Debajo adjuntamos dos fotos y la traducción de los comentarios breves de la revista alemana Stern: "Era simpática como Sissi, hoy parece una niña exagerada. ¿Quizás porque filmó demasiado? ¿O es culpa de su prometido, Alain Delon, que no se molestó en llevar anillos al compromiso? ¿Por qué el restaurador Blatzheim no dice; Romy solo debe filmar cuando quiere; algunos rollos todavía estarán allí. Debería quedarse Sissi: Tenemos actrices buenas y calificadas para papeles exigentes.
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Alain Delon siempre hace un nuevo duelo a la medida de su novia Romy. Apenas había crecido la hierba sobre el romance con la bailarina de piel oscura Katy O'Brian, Alain fue fotografiado en una tierna pose con Monica Vitti. Sin embargo, esta vez tenía una excusa plausible: la rubia italiana es su pareja en la película "L'Eclisse", y la escena de amor está en el guión. una razón más para que Romy se preocupe. Porque sabe que su Alain siempre mira demasiado profundamente a los hermosos ojos de sus respectivos amores cinematográficos.
Neue Illustrierte 1962 Heft 4 1962-01-28
Prohibición de la publicación en Francia. Ciertamente no por las imágenes, que podrían proporcionar evidencia circunstancial de que Romy Schneider está casada con el chico problemático Alain Delon. La oportunidad de esta “documentación” fotográfica surgió cuando la actriz hizo su debut en el escenario alemán. El hecho de que su primer intento en el teatro en el país de su lengua materna fuera una obra rusa en una versión francesa frente a una audiencia internacional dice mucho de la trágicamente eclipsada princesa del cine. Debido a que este periódico informa sobre este evento, ningún censor parisino recurrirá a lápices rojos...
Todas las noches, Romy se sienta en su camerino en una ciudad diferente una hora antes de su gran actuación y... llora. Sus lágrimas son reales. Llora porque luego quiere parecer creíble en el escenario frente a la audiencia, y porque su trabajo no le permite estar constantemente al lado del hombre que ama, Alain Delon. "¿Cual es tu nacionalidad?" preguntó nuestro reportero. La respuesta de Romy: "Nací en Viena, mi pasaporte dice »alemán«e, y soy francesa por mi matrimonio..." "¿Cuánto tiempo llevas casado?" Werner Bokelberg quería saber. Romy dudó por un momento, lo pensó y luego dijo con bastante firmeza: "No quiero responder eso".
La gira dura ocho semanas. Romy tiene que estar así durante ocho semanas, estar en un escenario diferente cada día. No son infrecuentes hasta 7 kilómetros diarios en autocar. Pero la hijastra del arte cinematográfico alemán se traga las penurias del teatro. "Alain me ayudó a establecer una meta", dijo. "Quiero trabajar duro y convertirme en una buena actriz...e incluso los honorarios más pequeños no me disuaden de hacer teatro. "Tengo suficiente dinero", le dijo a Werner Bokelberg. “Uso las piezas más hermosas de la colección Coco Chanel: mi mejor amiga de París, uso su perfume y puedo pagar lo que quiera. Pero la felicidad, en el trabajo o en la vida, no se puede comprar. Mi mayor deseo es: con Alain, hacer una carrera juntos”.
¿Se ha casado?
Alain está en todos los armarios. Su foto cuelga en la pared. Pero Werner Bokelberg no sólo vio la similitud de las caras, también vio un telegrama. Procedía de la capital yugoslava de Belgrado, donde Alain Delon está rodando la película Marco Polo. La firma francesa: "Ton mari". En alemán: tu marido. Werner Bokelberg también vio el anillo junto al telegrama. Una vez más le preguntó a Romy: "¿Puedo escribir que estás casada con Alain Delon?" — Respuesta de Romy: "Piensa y escribe lo que quieras. No me importa de ninguna manera, porque mi felicidad no es asunto de nadie..."
¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON ROMY SCHNEIDER?
EL MISTERIO PERMANECE. ENERO 1961
"Romy Schneider: nerviosa de amor". 22 abril 1962 The post.
Si alguna vez se escribe un libro sobre las relaciones amorosas entre las estrellas de cine modernas, se liberarán capítulos enteros para llenar los hechos de Liz Taylor y Romy Schneider. Tan derrochador cuando Liz sale con los hombres. así de exclusiva se comporta la extraña Romy. Mientras Cleopatra permite que los hombres vayan y vengan en una larga procesión, Romy se aferra con la obstinación de una mujer que se ahoga al misterioso, austero y caprichoso Alain Delon, que tolera la presencia de la pequeña Schneider en aras de la publicidad. Y donde Liz Taylor y Brigitte Bardot son los hombres que fueron llevados al hospital porque los nervios dan por perdida la partida, ahí es la mismísima Romy quien tuvo que ser amamantada porque su dolor amoroso le provocó un colapso mental. En la foto de arriba, notará que la curación es principalmente de naturaleza teórica. Con el rostro tenso y mordiéndose las uñas, la pálida Romy busca el estado de ánimo de Alain, que viene a recoger a su prometida (o esposa) con cara de Dios perturbado. Apenas en el auto, Romy se arroja sobre los hombros del hombre que conoció, a quien nunca quiere perder. Pero, ¿es con la enfática devoción con la que la famosa alemana se aferra a su hombre, lo que lo asusta?.
EN LA REVISTA FRANCESA "MARIE CLAIRE" ENTREVISTARON A ROMY SCHNEDER ENTREVISTADA EN 1964 DESPUÉS DE LA SEPARACIÓN:
Romy Schneider le hace a Francoise Prevost la confesión que ninguna actriz se había atrevido a hacerle: YO HE SACRIFICADO AL HOMBRE QUE AMÉ.
El día del rodaje ha terminado, Romy Schneider se quita el maquillaje. Una habitación de hotel muy pequeña, junto a un lago. En la película, “l'Enfer" a, dirigida por Georges Clouzot, pertenece a Serge Reggiani, el hombre celoso: el viaducto de Gara-bit atraviesa el lago. Romy se ha puesto un gran albornoz blanco con flores y se desmaquilla con gestos precisos, deslizando sobre la frente obstinada, el mentón voluntario. En este rostro tenso y lento, una boca infantil y golosa. La luz es suave, reflejada por el agua del lago; bebemos whisky en los vasos del cepillo de dientes.
- "Me costó mucho acostumbrarme a esta habitación, pero ahora me gusta. La habitación tiene fotos de ella: Romy con Preminger, Romy con Clouzot, Romy con un chaskin, Romy sonriente, Romy triste, Romy en "La Gaviota". de Tchekhov, morena, irreconocible, Romy en la playa, una Piedad de Michelangelo, y Romy con Alain Delon. Ella lo mira apasionadamente. Romy sigue mi mirada.
- "Crees que me amo mucho, ¿no? Pero para mí, las carreteras, estas fotos son recuerdos. Y luego odio los hoteles. En fin ... había que poner algo ahí".
Sí, es cierto, había que ponerle algo para romper esta soledad. - ¿Y es contigo mismo que te sientes menos sola?
- "Soltera ? Si estoy sola. Pero fui yo quien lo eligió".
La voz de Romy se quiebra imperceptiblemente: "creo que es imposible vivir tanto un gran amor como una gran carrera. Tienes que estar tranquilo para tener éxito, y yo elegí".
Esta es la primera vez que escucho a una actriz decir algo así. Todas, cuando se les pide que hablen de sí mismas, proclaman que son actrices, sí, es cierto, pero se enorgullecen de agregar que es su vida de mujer lo que cuenta por encima de todo. No quieren que se hable de ellos en su vida personal, por supuesto, pero se toman una foto en la cocina preparando una tortilla, porque es "su plato favorito". - ¿Qué elegiste?
- "Quiero convertirme en una gran actriz internacional y haré cualquier cosa para lograrlo".
Aquí hay una frase muy cuadrada, muy clara, un poco demasiado, quizás ...
- ¿Y Alain Delon?
- "Sí, precisamente, Alain. Tenía esta posición a favor de hacer una película en Estados Unidos con Jack Lemmon. Entre Alain y yo, no había lazos. Pero nos peleamos tantas veces, y nos reconciliamos ... Pero esta vez, sentí que la venta al por menor era seria. Me fui de todos modos, y cuando volví, la venta al por menor terminó, esta vez para siempre".
No hay tristeza en su voz. Romy se levanta, cambia discos, se sienta, saca crema de un pote rosa y se frota. Luego se cepilla el cabello durante mucho tiempo. Son estos gestos, esta pequeña mecánica de gestos obligatorios los que ayudan a salir de ella, los que le dan a su voz su agudeza, su alegría en su mirada. En lo más profundo de su dolor, cuando una mujer tiene la fuerza de voluntad suficiente para levantarse a la misma hora que de costumbre, lavarse los dientes e ir a trabajar, se salva. Y hay una voluntad de vender detrás de este frente grandilocuente y móvil. Romy Schneider hablaba muy mal el francés cuando aceptó hacer teatro en Francia, en otro idioma. Le tomó mucho coraje y ganó. También fue difícil hacer olvidar a la pequeña emperatriz Sissi,
que estaba rodeada de sonrisas francas y fanfarrias para
interpretar a "La gaviota" y ella ganó.
Además, tenía que olvidarme de Alain Delon, y ella lo hizo.. También era necesario olvidar a Alain Delon, y lo consiguió. "¿Crees que la vida de una actriz puede ser suficiente para una mujer? ¿Eres feliz?" Esta fue solo una pregunta de gaviota que no debería hacerse. Se vuelve hacia mí de repente, y siento que su pequeña armadura se debilita por un momento, solo unos segundos. - Contenta ? Es una palabra dolorosa cuando estás sola. Pero para Romy, la felicidad es otra cosa. Ella se recupera muy rápido.
- "Sí, estoy feliz. En cualquier caso, jugar, para mí, es toda mi vida. Pero es una felicidad tan personal, tan sincera, que es imposible compartirla con nadie. Eso es lo que finalmente entendí, y decidí sacrificarlo todo ..."
ALAIN DELON NUNCA SE LLEVÓ BIEN CON LA MADRE DE ROMY, MAGDA SCHNEIDER INCLUSO DESDE QUE SE CONOCIERON. ESTO RELATÓ DANIEL BIASINI, EL EX ESPOSO DE ROMY, EN UNA BIOGRAFÍA DE ROMY SCHNEIDER:
"Romy y Magda pasaron la noche en el restaurante favorito de su madre, el "Lido". Las dos fueron invitadas por Jean-Claude Brialy y Alain Delon. Durante el largo banquete, Brialy le dio un codazo a su amigo Delon: "¿Recuerdas que vamos a tener que pagar por todo esto? Eso es típico otra vez: estás invitando a dos grandes estrellas y no tienes dinero contigo”. Delon simplemente saludó casualmente. “Deja eso a mis preocupaciones.” Sin embargo, Delon no tenía un gran plan, todo lo contrario. Cuando se presentó la cuenta de gastos, Delon la empujó con indiferencia al otro lado de la mesa a las dos damas. Esto provocó dos reacciones opuestas. Mientras Romy, al principio tal vez un poco inconscientemente lo tomó como rebelde e imponente, Magda se horrorizó ante el futuro coprotagonista de Romy.
Alain y Romy, no fue amor a primera vista. No se gustaron de inmediato. Los dos afirmaron. Por otro lado, por supuesto, existe la teoría completamente opuesta de que se encontraron muy atractivos de inmediato, pero se comportaron de esta manera porque no vieron ninguna posibilidad de acercarse realmente el uno al otro de todos modos debido a la barrera del idioma.
En cualquier caso, lo encontró desagradable y poco interesante. Él, por otro lado, no tenía aversiones específicas. La encontró, como Delon luego le susurró a Romy, "mamada" desde el primer momento. Una niña malcriada e inteligente con la que ni siquiera podía conversar.
Romy solo se apasionó por Alain unas semanas después, cuando se mudó al Sena para filmar. Allí, el extraño y aparentemente aburrido Rosenkavalier resultó ser un joven salvaje que de repente se burló de todas las reglas de la decencia. Llegaba al estudio sin puntualidad, no le importaba su apariencia e ignoraba a Romy fuera de escena. No hizo el menor esfuerzo por entablar una conversación con ella. Romy, que en ese momento estaba aprendiendo con dificultad su primera parte del francés, ni siquiera empezaba a entender lo que su compañero de cine decía constantemente. Delon habló tan rápido que nadie que no hablara francés como primer idioma podría entenderlo. Fue la más pura provocación que operó Delon. No es de extrañar que hubiera fricciones constantes y que Romy y Alain estuvieran en una especie de guerra entre ellos durante los primeros días de rodaje.
La repentina y para todos inesperada paz entre ambos se produjo en la capital belga. El International Film Ball en Bruselas, en ese momento un punto culminante cinematográfico y social europeo, también invitó a la pareja de cine "Christine" como invitados estelares. Y Magda Schneider, que seguía siendo fuerte en comparación con Delon, incómoda, había cometido un error crucial. Dejó que Romy viajara sola con Delon. Los dos tomaron el tren de París a Bruselas, y Magda Schneider afirmó haberlo notado cuando Romy y Alain se bajaron del tren en la estación central de Bruselas. "Dios mío", recordó, "Romy lo entendió".
Romy no coqueteó con Delon, como siempre decía su madre, durante el viaje. Habría sido completamente absurdo después de todos esos días de mendacidad constante. Más bien, los dos intentaron comunicarse entre sí por primera vez, sin frases vacías, sin posturas machistas exageradas. De la confusión lingüística en la que ambos se comunicaron durante las cuatro horas de viaje, aparentemente cada uno pudo concluir sobre el otro: "No está mal lo que él (ella) está diciendo".
Delon obviamente implantó una célula de espíritu incómodo en la cabeza de Romy durante este viaje.
Al final del rodaje, las tomas al aire libre en las "ubicaciones originales" de Schnitzler en Viena estaban en la agenda. Romy y su madre fueron reservadas en el Hotel Sacher. Cuando Magda Schneider se enteró de que Alain Delon también había reservado una habitación en el Sacher, quiso hacer un cambio y pasarse al Ambassador o al Imperial. El siguiente argumento estaba programado. Finalmente Romy prevaleció. En Sacher Romy, se mantuvo cerca de Alain incluso fuera de los compromisos cinematográficos. Después de desviarse en el Praterauen, Delon voló de regreso a París. Luego de exactamente tres días, Romy finalmente se vio abrumada por el anhelo. Ya no quería volver a casa con sus padres en Alemania. Incluso si Magda Schneider todavía estaba clamando en el Sacher.
Romy simplemente reservó un vuelo Viena-París. Al llegar a Orly, sorprendió a Delon por teléfono: "Hola, Alain, soy Romy. Estoy en París, por favor, recógeme".
Fue un paso increíblemente valiente el que dio la joven protegida de veinte años en ese momento. "En el camino a París", dijo Romy más tarde, "no pensé ni por un segundo en lo que me impulsaba. Solo quería salir del mundo burgués, aparentemente bien ordenado y conservador en el que me encontraba. Y sobre todo quería a Alain”.
Alain Delon, sin embargo, era exactamente lo contrario de lo que ella dejó atrás. Alain, era arte y teatro, pero también era un mundo en el que a uno no le importaba tanto el dinero, pero en el que a veces había que andar por una línea muy estrecha y aventurera. Lo fuerte que debe haber sido el amor de Romy por Alain durante este tiempo se puede ver por el hecho de que también la ayudó a vencer su miedo. Y la ansiedad por la que pasó Romy en sus primeros meses en París a veces la llevó al borde de un ataque de nervios. En innumerables llamadas telefónicas y cartas, a su madre y padrastro le pidieron que regresara con ellos y dispararon andanadas contra el "secuestrador" Delon y su supuesta depravación.
Por lo tanto, medio año después de la fuga de Romy a París, Delon también destruyó el plan cuidadosamente elaborado de Blatzheim, que se suponía que conduciría a la reconciliación general a corto plazo. En marzo de 1959, el padrastro organizó una fiesta de compromiso en Morcote, en el lago de Lugano. En ese contexto, invitó a una conferencia de prensa internacional. Delon inicialmente puso buena cara a lo que pensó que era un mal juego. Porque tenía claro que a Blatzheim solo le interesaba la "veta de oro" de Romy, pero difícilmente el ser humano, la hija de su mujer. Vio en el exilio artístico elegido por Romy en París en la avenida Messine el mayor peligro para los proyectos cinematográficos que había diseñado en el período previo a este romance.
El estado de ánimo en la "fiesta de compromiso" en Morcote fue mixto. Delon, quien, para sorpresa de muchos, viajó al lago de Lugano, hizo todo lo posible para alejar al despreciado padrastro de su amada. Para la foto oficial del compromiso apareció, como les gustaba hacer a los jóvenes salvajes en ese entonces, sin traje ni corbata. Sí, ni siquiera llevaba una camiseta. En cambio, vestía un suéter de cuello redondo, mientras que Magda y su esposo estaban ataviados ceremoniosamente.
Así que no fue nada sorprendente que los dos de mala gana pronunciaran frases como "No estamos pensando en casarnos por el momento, los jóvenes primero deberían conocerse bien" cuando celebraban el día del compromiso. Y cuando la ira de Blatzheim casi se había evaporado después de la fallida conferencia de prensa del día siguiente, Alain apostó a más. Tomó prestada la lancha motora de Blatzheim y casi la destroza. Informes de prensa maliciosos ridiculizaron el incidente e informaron que Blatzheim se puso blanco de rabia cuando recuperó el poderoso bote con la proa rota y una gran fuga. Se dice que Delon se partió de la risa después.
La metamorfosis artística de Romy Schneider en realidad comenzó en lo que parecía una situación desesperada. En París, al lado de Alain Delon, pronto se volvió perra. Un desarrollo que no era del todo incomprensible para los observadores. Artísticamente, la otrora célebre actriz de "Sissi" se había hundido en la insignificancia en el Sena en poco tiempo, y humanamente, demasiado humanamente, estaba plagada de celos.
El objeto de sus emociones negativas era Luchino Visconti, lo que de ninguna manera era una especulación barata sobre la relación de Visconti con Delon. Porque la atracción que Alain ejercía sobre el maestro se basaba principalmente en el gran potencial artístico que Visconti veía en el joven actor francés. Una atracción que era mutua.
Cuando Romy visitó a su amante en Ischia, Delon habló de una sola persona durante la mayor parte del día: Luchino Visconti. Hasta que el cuello de Romy reventó - enfadada viajó sola de regreso a París.
Unos días después, Delon llamó desde Roma. Se había apagado y quería que Romy viniera a Roma. Romy, desgarrada por sus sentimientos, finalmente cambió de opinión. Dos semanas después de la primera gran bronca con Alain, viajó de nuevo a Italia. Alain la fue a buscar.
La primera noche, los dos fueron invitados a la villa de ensueño de Visconti en Via Salaria. Romy dijo más tarde que en el camino a casa de Luchino, su ira hacia él hirvió dentro de ella. Pero ella se decidió a no mostrar nada.
Por otro lado, Visconti no ocultó su evidente reticencia. Alain los había dejado a los dos solos, y Visconti se sentó allí con las piernas separadas en su enorme sala de estar, su cuerpo recostado en el cómodo sofá, y habló con Romy con un poco de condescendencia y aparentemente aburrido. Por un lado, se sintió desafiada, por otro lado, reconoció instintivamente qué artista extraordinario estaba sentado frente a ella. Pero Visconti no hizo el menor movimiento para cambiar su actitud hacia Romy. De lo contrario. "Tenía la sensación", dijo Romy más tarde, "que en todo lo que decía y hacía siempre quería enfatizar una especie de reclamo de propiedad de Alain".
Alain y Romy se quedaron en Roma una semana entera. Eran huéspedes de Visconti casi todas las noches. Y, por grotesco que parezca, cada vez Romy y Luchino se acercaban más. Finalmente, abandonó por completo su reticencia hacia ella. Sí, incluso el amor mutuo comenzó a brotar, lo que debería conducir a una de las conexiones más fuertes en la vida de Romy durante su vida. La chispa inicial de esto fue una sugerencia de Visconti, que sorprendió a Romy y a su amante en igual medida. Visconti había adaptado un escrito sobre el drama de un amor entre hermanos de la época de Isabel "Lástima que sea una puta" de John Ford. Tenía planes de representarla con Delon en Paris. Pero todavía extrañaba a la pareja de Delon en la protagonista femenina. "En mi opinión", sugirió Visconti de repente, "Romina sería el elenco ideal". Autor inglés, teatro francés, director italiano: Romy tuvo que reírse a carcajadas al pensar que, siendo alemana y hablando francés, no estaba lista para nada. Pero Visconti casi se enoja cuando notó las dudas de Romy. Se emocionó tanto que Romy estuvo de acuerdo esa misma noche. Aparte de la convicción personal de Visconti de que Romy era una actriz excepcionalmente talentosa, la dirección comercial del teatro puede haber considerado otro cálculo: la pareja de alto perfil Romy Schneider/Alain Delon aseguraba antes del primer telón un éxito de público.
Los primeros invitados fueron nombres destacados como Ingrid Bergman, Anna Magnani, Jean Marais, Jean Cocteau, Curd Jürgens y Magda Schneider, a quienes Romy no pudo ver antes de la función. Habría puesto a Romy demasiado nerviosa. Después de eso, todo fue diferente, incluso Visconti se inflamó con la audiencia del estreno. Los abucheos se mezclaron con los aplausos de cortesía de casi todos. Pero no con Romy. Mientras se inclinaba, los vítores se convirtieron en un huracán. Alain Delon también se llenó de alegría, aunque tampoco se desbordó precisamente de aplausos. La emoción lo embargó tanto que incluso abrazó a Magda Schneider en el guardarropa.
Y sucedió, como sucede a menudo después de tal paneo. La obra no tuvo que ser cancelada después de dos, tres o cuatro semanas. No, 120 veces Romy y Alain tuvieron que hacer una reverencia en suite ante una sala llena. Todo lo que sabemos con certeza es que la estrella mundial Romy Schneider nació el 29 de marzo de 1961 en París.
Por cierto, Romy Schneider tenía una manera muy especial de recordar su debut en el teatro de París: hubo una ambiciosa película amateur de su primera aparición en el escenario con Alain Delon en ocho milímetros en blanco y negro. Muchos años después, cuando ya era una célebre actriz de carácter, buscó el “Documento de teatro” en su tienda personal y vio la obra en su totalidad. Pocas veces se la ha oído reírse tan fuerte de un trozo de su pasado como en "Qué lástima que sea una puta". Dos de las secuencias favoritas de Romy fueron la parte en la que intentaba llenar el gran auditorio con una voz estridente, y esas actuaciones con Alain Delon en las que, con patetismo —y en mallas—, blandía salvajemente su espada en el escenario. "Dios mío, si fuéramos malos", exclamó.
A partir de entonces, Visconti siguió siendo una especie de padrino para Romy durante toda su vida. Los dos se querían tanto como solo un esposo y una esposa pueden amarse cuando construyen su relación no de una manera física sino espiritual. Romy y Visconti estaban profundamente enamorados, sin erotismo alguno. Sin embargo, las sobras a veces volaban entre los dos. Inmediatamente después de su éxito en los escenarios parisinos, Visconti contrató a Romy para el papel principal femenino en un episodio de "Bocaccio 70"
Durante la filmación, hubo un escándalo entre Romy y Visconti. La razón no era importante y se suponía que Visconti la había sacado de la cerca deliberadamente. La más probable de todas las tesis era: En el juego del triángulo Delon/Schneider/Visconti, el maestro artístico indiscutible quería ser quien tuviera todo bajo control en todo momento.
. A pesar de toda admiración artística, no estaba dispuesta a ceder y aceptar todo cuando sentía que la trataban injustamente. En cualquier caso, hubo una colisión durante la filmación de Boccaccio '70 en Roma. Exactamente el día en que el productor Carlo Ponti y Alain Delon estuvieron presentes en el plató. Delon estaba de visita en Roma después de filmar con Antonioni cuando Visconti le gritó a Romy por algo trivial: "¡Haz lo que te digo y no te hagas la estrella aquí!" Y mientras Romy se giraba hacia la cámara, Visconti miró a Delon como diciendo: "¿Ves cómo deben ser tratadas?"
Romy, que era particularmente sensible, notó todo esto. Durante una semana solo habló con Visconti de lo esencial. Y cuando Delon se fue a París, el Maestro la invitó a cenar a su casa. Sin mencionar el incidente, sin disculparse, le entregó el valioso anillo de madera ya mencionado. Luego se abrazaron en silencio. Romy casi siempre llevaba este regalo.
Romy probablemente pasó seis años con Alain Delon. Fue una época en la que pasó por todos los extremos en la escala emocional. Las emociones salvajes y románticas se alternaban con la desesperación y la depresión absolutas. Una vez estaba tan abrumada por su felicidad que no pudo resistir su impulso de hacer feliz a la gente con regalos y exigió millones de "Papá" Blatzheim. Debería transferir el dinero desde Suiza. Alain era dueño de una finca cerca de París, en Fancron. Allí quiso construir una torre para poder trabajar sin ser molestado. Y Romy estaba entusiasmada con esta idea y accedió a financiarle esta torre. Cuando su corazón estaba lleno, era casi exuberante en su impulso de dar regalos a los demás. No importa si era un compañero de vida, amigos, estimados colegas o su madre. Romy recibió el dinero después de algunas idas y venidas. Pero Delon nunca construyó la torre. Lo que hizo Romy con medio millón de marcos alemanes es su secreto.
En cualquier caso, su relación con Delon nunca fue tibia. Hasta el día de hoy, no está muy claro si sus celos superaban a hombres como Visconti o mujeres como la atractiva Nathalie Barthelemy, quien luego se convirtió en la Sra. Delon. Lo único que es seguro es que su amistad posterior con Delon fue tan fuerte como la historia de amor de seis años de Romy con Delon. Ya sea amistad o amor, la conexión con Alain Delon siempre fue lo suficientemente fuerte como para una relación de por vida.
La historia entre Romy y Alain se convirtió en un escándalo cuando Romy filmó la comedia "Good Neighbor Sam" con Jack Lemmon y Edward G. Robinson en Hollywood. La primera vez que comenzaron los chismes sobre los asuntos de Delon en Madrid (estaba filmando allí), aún se molestó en reparar la ruptura. En lugar de disculparse, de repente e inesperadamente se encontró en la habitación de ella en el Hotel Beverly Hills. Había manejado la sorpresa a la perfección, y Romy estaba feliz y tranquila.
Los dos celebraron el cambio de año de 1963 a 1964 en Europa. Fue en Roma de todos los lugares donde Romy y Alain estuvieron juntos como amantes por última vez. como si nada pudiera empañarse en su relación, pasaron días felices.
Cuando Romy regresó a Hollywood, todo lo que pensó al principio fue un viejo rumor tonto cuando hubo rumores sobre el compromiso de Alain con Nathalie Barthelemy. No fue hasta que escribió algunas cartas rápidas y Alain dejó de responder que empezó a sospechar. Se aseguró cuando, unos días después, su amigo en común y gerente, Georges Beaume, llamó a Delon y no le desvió la llamada a Romy. A Romy le cayó un rayo.
Cuando regresó a París, todo lo que encontró en el apartamento que compartían en la avenida de Messine fue un hermoso y gran ramo de flores sobre la mesa. Un pequeño sobre blanco estaba pegado a las rosas rojas artísticamente ensambladas. En él unas líneas que Alain le había escrito. Palabras de despedida, porque Delon ya no quería volver a la relación con Romy.
Su relación con Delon había terminado sin una conversación aclaratoria. Ella superó este dolor en años posteriores, pero nunca lo olvidó.
El gran Alain Delon se había escapado de la relación como un ladrón.
En sus recuerdos Delon lo resumió así: 'Ella provenía de una clase de sociedad que yo despreciaba en todo el mundo. No fue su culpa, pero desafortunadamente ella la había moldeado. En cinco años no pude borrar lo que le habían inculcado durante veinte años. Siempre había dos Romy Schneider. A una la amaba más que a nada en el mundo, despreciaba a la otra Romy."
Romy, siempre buscó la perfección absoluta, tanto en la vida profesional como en la privada. Incluso si se hubiera dado cuenta un día de que nunca la alcanzarían, no habría renunciado a luchar por ello. A menudo se engañaba a sí misma. Probablemente fue también en la primavera de 1965, un año después de su separación de Alain Delon, cuando conoció en Berlín al hombre que pronto se convertiría en su primer marido: Harry Meyen.
Psicológicamente hablando, Romy era una joven bastante vulnerable en esos días. Veintisiete años, joven y profesionalmente muy exitosa. Y en dos niveles completamente diferentes: en el mundo de habla alemana, donde había desencadenado una especie de "manía Sissi", y en el ámbito internacional, donde incluso las personas más exigentes del cine y el teatro habían reconocido su extraordinario talento. Esta joven exitosa y envidiada había sido abandonada públicamente.
Alain Delon, entonces uno de los hombres más guapos del mundo, le había dejado claro que ya no estaba interesado en Frau Romy Schneider. Y debido a que seguía cayendo en las trampas del reportero torpe, había admitido su desesperación y depresión ante todo el mundo. Tenía el don fatal de revelar públicamente su ser más íntimo sin quererlo.
Luego llegó el verano de 1968 y los medios se volvieron locos. Porque Romy se reencontró con su gran amor: Alain Delon. Los dos aparecieron juntos frente a la cámara en la película "La piscina" que volvió a convertir a Romy en una sensación artística en Francia. Solo una cosa es segura: Monica Vitti se planeó originalmente como la protagonista femenina junto a Delon. En el último momento, la estrella masculina de la película usó su influencia y suplicó que Romy estuviera a su lado frente a la cámara. Él la había llamado previamente a Berlín.
Delon no tuvo que persuadirla. Cuando Romy colgó, lanzó un largo y agudo grito de alegría, tanto que David, que entonces tenía casi dos años, corrió hacia su mamá para ver si todo estaba bien con ella. Todo estuvo bien, no tanto por el hombre que los extraños pensaron que "todavía tendría un efecto eléctrico en Romy", sino porque instintivamente supo que la combinación era suya.
Porque Romy estaba a punto de nadar libre en la piscina, por usar un juego de palabras un tanto infantil. En el nivel puramente emocional, Alain Delon solo desempeñó un papel secundario porque su deseo absoluto y salvajemente loco por su ex compañero de vida era cosa del pasado. Había dado paso a un sentimiento de fuerza compartida y alegría inquebrantable.
Lentamente al principio, pero cada vez más fuerte en los años posteriores hasta su muerte, Delon se convirtió en un pilar en su vida. Al recordar la filmación de la piscina, siempre decía: 'Le debo mucho a Alain desde que comenzamos a filmar juntos nuevamente en el sur de Francia. A él le debo mi regreso al cine, un hecho por el cual le estaré eternamente agradecida. Después de que nació David, ya nadie parecía interesado en mí. Mi carrera habría terminado si Alain no hubiera estado allí y se hubiera acordado de mí. Mi nueva carrera comenzó a través de él"
A primera vista, los medios habían encontrado lo que estaban esperando cuando empezó el rodaje: y Alain Delon recogió a "su" Romy en el aeropuerto de Niza. Ante una enorme multitud de fotógrafos y periodistas, por supuesto, que al día siguiente prestaron a la película la atención que se merecía, incluso antes de que cayera la primera toma. De eso se había asegurado Alain, quien recibió a Romy con un abrazo público como si los hermosos días entre ellos nunca hubieran terminado.
(DANIEL BIASINI. "MEINE ROMY" ("MI ROMY"). München Droemer Knaur. 2000)
En resumidas cuentas, Romy fue su novia entre 1958 y 1963. Hay quienes dicen que el romance terminó cuando él le fue infiel con la modelo Nico y la mayor parte manifiestan que fue directamente por su relación con Nathalie Delon que quedó embarazada de Anthony y con quien, finalmente, se casó.
EN 1968, VARIOS AÑOS DESPUÉS DE LA RUPTURA, ALAIN INSISTIÓ PARA QUE SU COESTRELLA EN "LA PISCINA" FUESE ROMY SCHNEIDER.
¨Romy Schneider y Alain Delon son una de las historias de amor más legendarias de la historia del cine.
Cómo no dejarse tocar por el poder del amor que unía a Romy Schneider y Alain Delon. Hay que decir que juntos eran tan hermosos: formaban la pareja perfecta. Dos iconos del cine, reunieron felicidad para periodistas y fans de los dos artistas. Esta relación, que durará cinco años, se convertirá en leyenda. Como recordatorio, los dos actores se conocieron en el aeropuerto, el día antes del rodaje de su primera película juntos, ¨Christine¨. Pero inicialmente, entre ellos, la corriente no pasa ... Ella lo encuentra arrogante, él la encuentra demasiado estancada. Finalmente, es en el set donde se van a enamorar locamente el uno del otro. Muy rápidamente, vivirán juntos e incluso se comprometerán. Sin embargo, nunca habrá matrimonio ... Hay que decir que sus respectivas carreras van en aumento: los dos solo se cruzan entre dos brotes, separados por dos continentes, sin disfrutar nunca realmente de su vida en pareja.
Y luego, un día, se dan cuenta de que han pasado meses desde la última vez que se vieron, que no tienen mucho que decirse, que la pasión se ha desvanecido. Algo que no pueden arreglar. La deja, dejándole una carta de ruptura. Una separación de la que Romy Schneider tardará bastante en recuperarse. Diez años después, cuando fue elegido para protagonizar la película ¨La Piscine¨, Alain insistió en que su pareja fuera Romy. Su encuentro de enamorados, no renacerá. Entre ellos, seguirá siendo una profunda amistad¨.
Magazine: Gotha - Août-Octobre 2021
INTERROGADO EN 1969 SOBRE SU RELACIÓN CON ROMY, ALAIN NARRÓ:
"CADA VEZ QUE TOMABA EN MIS BRAZOS A ROMY Y ACERCABA MI CARA A LA DE ELLA, SUS OJOS DESTELLABAN HÚMEDOS...YO NO ME CONSIDERO, PESE A QUE MUCHOS PUEDEN CREER, UN ESPECIALISTA EN SEDUCCIÓN, PERO CONOCÍA BIEN ESE MIRAR HÚMERO DE UNA MUJER SENTÍA QUE MI CARA ARDÍA DETRÁS DEL ESPESO MAQUILLAJE Y CADA VEZ QUE DEBÍAMOS REPETIR LOS BESOS LO HACÍAMOS ABRIENDO MÁS LA BOCA...
CUANDO FINALIZÓ EL RODAJE LLEGÓ EL PRIMER PROBLEMA. ROMY DEBÍA IR A VIVIR CON SU MADRE, UNA MUJER POSESIVA Y TREMENDAMENTE CELOSA DE SU HIJA. FUI A VISITARLA Y, YA CONVENCIDOS DE QUE ESTÁBAMOS PERDIDAMENTE ENAMORADOS, RESOLVIMOS ENFRENTAR LA SITUACIÓN. ROMY SE ARMÓ DE CORAJE Y TELEFONEÓ A SU MADRE, QUE ESTABA DE VACACIONES EN UNA ESPLÉNDIDA VILLA QUE POSEE EN SUIZA.
LA MADRE DE ROMY ACEPTÓ, SIN MOSTRAR NINGÚN ENTUSIASMO, QUE ME PRESENTARA Y FUIMOS A VERLA. FUE UN ENCUENTRO CASI INGRATO, DOMINADO POR UNA FRIALDAD QUE LA MADRE DE ROMY SABÍA HACER CALAR HONDO. ELLA SOSTENÍA QUE NUESTRAS CARRERAS IBAN A TERMINAR POR SEPARARNOS.
YO ERA RICO PARA ENTONCES Y RESOLVÍ COMPRAR UNA MANSIÓN EN UN HERMOSO BARRIO DE PARÍS Y PREPARARLO PARA VIVIR CON ROMY.
VIVIMOS UN IDILIO MARAVILLOSO; YO NO OLVIDABA, POR MÁS LEJOS QUE ESTUVIESE, DE ORDENAR TODOS LOS DÍAS PARA ROMY ORQUÍDEAS Y ROSAS ROJAS, ADEMÁS DE UN COTIDIANO TELEGRAMA. YO TRABAJABA YA CON ACTRICES FAMOSAS Y APETECIBLES Y EL CONFLICTO SE FUE AHONDANDO. MARIE LAFORET, BRIGITTE BARDOT, ANNIE GIRARDOT, MÓNICA VITTI Y CLAUDIA CARDINALE FUERON FANTASMAS QUE COMENZARON A AGITARSE EN EL ESPÍRITU DE ROMY.
MAGDA (SU MADRE) COMENZÓ A TRABAJAR LENTA PERO FIRMEMENTE PARA DESTRUIR LO NUESTRO Y SU ACCIÓN FUE MUY EFECTIVA, TANTO QUE HASTA LOGRÓ CONVENCERME A MÍ.
YO LA QUERÍA MUCHÍSIMO A ROMY PERO EN EL MOMENTO DECISIVO OPTÉ POR DAR UN PASO ATRÁS" (ALAIN DELON)
Aproximadamente en 1963, la señora Champy, Keiko Kishi, que se había integrado completamente en la vida parisina, visitó la casa del actor de cine francés Alain Delon. Decidimos que experimentaran el kimono japonés. Al verlo en kimono, su novia Romy Schneider dijo algunas palabras. "¡Oh, samurái...!"
DEBAJO EN EL CUMPLEAÑOS DE JEAN GABIN EN 1962
DEBAJO CUMPLEAÑOS 30 DE TOMY SCHNEIDER EN EL BACKSTAGE DE "LA PISCINA" 1968.
INFINIDAD DE JUEGOS CON ROMY QUEDARON FOTOGRAFIADOS DESDE QUE SE CONOCIERON.
LOS JUEGOS QUE CONTABAN CON LA PERRA GALA COMO ATENTA ESPECTADORA.
IDÍLICA NAVIDAD DE 1961
DEBAJO EN EL RODAJE DE "LA PISCINA" FESTEJANDO EL CUMPLEAÑOS NÚMERO 30 DE ROMY SCHNEIDER
Alain Delon, Romy Schneider y Christine Caron durante el rodaje de la película 'La Piscine' en septiembre de 1968.
Años más tarde de la ruptura con Alain Delon, ella formó otras parejas y tuvo dos hijos pero continuaron manteniendo una profunda relación de amistad (y algunos indican que de amantes eventuales)
Romy falleció el 29 de mayo de 1982, luego de ingerir un frasco de barbitúricos, ocho meses después de la muerte accidental de su único hijo varón David, de 14 años de edad quien se cayó de una ventana y quedó atravesado por las rejas de su casa. Romy no estaba en su hogar en ese fatal momento. El encargado de darle la noticia del accidente fue Alain.
EN LAS FOTOS DE ABAJO QUE PERTENECEN AL ESTRENO DEL FILM POR LA PIEL DE UN POLICIA, DONDE ROMY ACOMPAÑÓ A ALAIN, ANNE PARRILLAUD, MIREILLE DARC Y ANTHONY, SEGÚN LA PERCEPCIÓN DE ALAIN DELÓN: "YA NO ESTABA PRESENTE"
Menos de un año después de aquel estreno en que acompañó a Alain, Anthont y Mireille, EL 29 de mayo de 1982, como dijimos más arriba, la actriz apareció muerta en su domicilio, probablemente por sobredosis de barbitúricos y alcohol a los 4 3 años de edad.
TESTIGOS CUENTAN QUE, NOTIFICADO DE SU MUERTE, ALAIN CORRIÓ A LA CASA DE ROMY, SE ARRODILLÓ BESÓ SU CUERPO Y SE LARGÓ A LLORAR DESCONSOLADO. PERMANECIÓ ALLÍ HASTA QUE ORGANIZARON EL FUNERAL AL QUE NO QUISO ASISTIR. LE SACÓ TRES FOTOS POLAROID AL CUERPO (LAS CONSERVA EN SU BILLETERA Y NADIE LAS VIÓ SEGÚN CONTÓ A LA REVISTA PARIS MATCH ) Y LE PUSO ENTRE SUS MANOS UNA CARTA QUE TERMINABA CON ESTAS PALABRAS: "TE AMO, MI MUÑEQUITA" .
"Mi ángel bonito, estés donde estés, pienso en ti, hasta siempre" escribió Alain en el libro autobiográfico donde dice que ha sido el amor de su vida.
DOS DÍAS DESPUÉS DEL FUNERAL CONCURRIÓ CON MIREILLE E HIZO LOS TRÁMITES PARA QUE REPOSARA JUNTO A SU HIJO DAVID.
« Elle s'est éteinte, elle s’est laissée partir.»
"Ella se desvaneció, se dejó ir"
Alain Delon
ALAIN LE ESCRIBIÓ ESTA CARTA A ROMY
11 juin 1982
Je te regarde dormir. Je suis auprès de toi, à ton chevet. Tu es
vêtue d’une longue tunique noire et rouge, brodée sur le corsage. Ce sont des
fleurs, je crois, mais je ne les regarde pas. Je te dis adieu, le plus long
des adieux, ma Puppelé. C’est comme ça que je t’appelais. Ça voulait dire «
Petite poupée » en allemand. Je ne regarde pas les fleurs mais ton visage et
je pense que tu es belle, et que jamais peut-être tu n’as été aussi belle. Je
pense aussi que c’est la première fois de ma vie – et de la tienne – que je
te vois sereine et apaisée. Comme tu es calme, comme tu es fine, comme tu es
belle. On dirait qu’une
main, doucement, a effacé sur ton visage toutes les crispations, toutes les
angoisses du malheur.
Je te considero dormir. On me dit que tu es morte. Je pense à toi, à moi, à nous. De quoi suis-je acoplable? On se plantea cette question devant un être que l'on a aimé et que l'on aime toujours. Ce sentiment vous inonde, puis reflue et puis l'on se dit que l'on n'est pas coupable, non, mais responsable… Je le suis. À cause de moi, c'est à Paris que ton cœur, l'autre nuit, s'est arrêté de battre. A cause de moi parce que c'était il ya vingt-cinq ans et que j'avais été choisi pour être ton partenaire dans « Christine ». Tu arrivais de Vienne et j'attendais, à Paris, avec un bouquet de fleurs dans les bras que je ne savais comment tenir. Mais les producteurs du film m'avaient dit : « Lorsqu'elle descendra de la passerelle, vous vous avancerez vers elle et lui offrirez ces fleurs ». Je t'attendais avec mes fleurs, comme un imbécile, mêlé à una horda de fotografías. Tu es descendue. Je me suis avancé. Tu as dit à ta mère : « Qui est ce garçon ? ». Elle t'a répondu : « Ce doit être Alain Delon, ton partenaire… ». Et puis rien, pas de coup de foudre, non. Et puis, je suis allé à Vienne où l'on tournait le film. Et là, je suis tombé amoureux fou de toi. Et tu es tombée amoureuse de moi.Souvent, nous nous sommes posés l'un à l'otre esta pregunta de amor: « Qui est tombé amoureux le premier, toi ou moi ? ». Nous comptions: «¡Un, deux, trois! » et nous répondions : « Ni toi, ni moi ! ¡Conjunto! ». Mon Dieu, comme nous étions jeunes, et comme nous avons été heureux. Al final de la película, je t'ai dit: «Viens vivre avec moi, en France» y déjà tu m'avais dit: «Je veux vivre près de toi, en France». Tu te souviens, alors ? Ta famille, tes padres, furieux. ¡Et toute l'Autriche, toute l'Allemagne qui me traidor... d'usurpador, de secuestrador, qui m'accusaient d'enlever «l'Impératrice»! Moi, un Français, qui ne parlais pas un mot d'allemand. Et toi, Puppelé, qui ne parlais pas un mot de français.
Nous nous sommes
aimés sans mots, au début. Nous nous regardions et nous avions des rires.
Puppelé… Et moi j’étais « Pépé ». Au bout de quelques mois, je ne parlais toujours
pas l’allemand mais tu parlais français et si bien que nous avons joué au
théâtre, en France. Visconti faisait la mise en scène. Il nous disait
que nous nous ressemblions et que nous avions, entre les sourcils, le même V
qui se fronçait, de colère, de peur de la vie et d’angoisse. Il appelait ça
le « V de Rembrandt » parce que, disait-il, ce peintre avait ce « V » sur ses
autoportraits. Je te regarde dormir. « Le V de Rembrandt » est effacé… Tu
n’as plus peur. Tu n’es plus effrayée. Tu n’es plus aux aguets. Tu n’es plus
traquée. La chasse est finie et tu te reposes.
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11 de junio de 1982
Te estoy mirando dormir. Estoy contigo, a tu lado. Tú estás vestida con una larga túnica negra y roja, bordada en el corpiño. Son flores, creo,
pero no las miro. Te despido, la despedida más larga, mi Puppelé. Así es como
te llamaba. Eso significaba "pequeña muñeca" en alemán. No miro las
flores, pero sí tu cara y creo que eres hermosa, y que tal vez nunca has sido
tan hermosa. También creo que es la primera vez en mi vida - y la tuya - que
te veo sereno y tranquilo. ¡Qué tranquila eres, qué hermosa eres, qué hermosa
eres! Parece que una mano, suavemente, ha borrado en tu cara todas las
tensiones y toda la angustia de la desgracia.
Te estoy mirando durmiendo. Me han dicho que estás muerta. Pienso en ti, en mí, en nosotros. ¿De qué soy culpable? Uno hace esta pregunta ante un ser a quien uno ha amado ya quien todavía ama. Este sentimiento te inunda, luego fluye hacia atrás y luego dices que no eres culpable, no, pero responsable... Yo soy. Por mi culpa, fue en París que tu corazón, la otra noche, dejó de latir. A causa de mí porque hace veinticinco años me habían elegido para ser tu socio en "Christine". Venías de Viena y te esperabas en París con un ramo de flores en mis brazos que no sabía sostener. Pero los productores de la película me habían dicho: "Cuando baje del puente, suba a ella y le ofreces estas flores". Te estaba esperando con mis flores, como un imbécil, mezclado con una horda de fotógrafos. Tú descendiste. Me adelanto. Dijiste a tu madre: "¿Quién es este niño?" ". Ella respondió: "Debe ser Alain Delon, tu pareja...". Y luego nada, ningún rayo, no. Y luego fui a Viena donde la película fue filmada. Y luego me enamoré de ti. Y te enamoraste de mí A menudo nos preguntamos la pregunta de los amantes: "¿Quién se enamoró primero, tú o yo? ". Contamos: "¡Uno, dos, tres! Y respondimos: "¡Ni tú ni yo! ¡Juntos!". Dios, qué jóvenes éramos y cuántos míos felices éramos. Al final de la película, te dije: "Ven a vivir conmigo, en Francia" y me dijiste: "Quiero vivir cerca de ti en Francia". ¿Recuerdas, entonces? Tu familia, tus padres, furiosos. ¡Y toda Austria, toda Alemania, que me trató como un usurpador, un secuestrador, que me acusó de quitarle a la "Emperatriz"! Yo, un francés, que no hablaba ni una palabra de alemán. Y tú, Puppelé, que no hablabas ni una palabra de francés.
Nos amábamos sin palabras al principio. Nos miramos y nos reímos.
Puppelé ... Y yo era "Pepe". Después de unos meses, todavía no
hablaba alemán, pero hablabas francés e interpretamos en el teatro de Francia.
Visconti hizo la puesta en escena. Nos dijo que nos parecíamos el uno al otro y
que teníamos, entre las cejas, la misma V que fruncía el ceño, la ira, el
miedo a la vida y la angustia. Él lo llamó "V de Rembrandt" porque,
él dijo, este pintor tenía esta "V" en sus autorretratos. Te estoy
mirando dormir. "La V de Rembrandt" se borra ... Ya no tienes
miedo. Ya no estás asustada. Ya no estás en el puesto de observación. Ya no
eres cazada. La caza ha terminado y descansas.
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CON MIREILLE DARC Y UN LIBRO DEDICADO A RECORDAR A ROMY
DEBAJO EN SU CAMARÍN CUANDO REPRESENTABA "VARIACIONES ENIGMÁTICAS" Y, LUEGO "LOS PUENTES DE MADISON" TENÍA FOTOS DE ROMY Y EL VESTIDO CUANDO DEBUTARON EN TEATRO EN 1961 Y OTRA FOTO CON LA HIJA DE ROMY, SARAH BIASINI,
En la ceremonia de César en 2008, Alain Delon también estuvo presente para ofrendarle un premio de honor y ofrecer sus respetos y recuerdos.
′′ Me pidieron que le rindiera homenaje, dije que sí Me pidieron que le diera un César de Honor, lo acepté. ¿Por qué? ¿Por qué? Porque este año hubieras cumplido 70 años y te extraño mucho. Porque nos comprometimos hace cincuenta años, porque nadamos juntos hace cuarenta años en la piscina, porque nos amamos, porque fuimos felices juntos y desafortunados cuando David se fue. Porque fuiste tú, porque fui yo. Esa es la razon. Así que esta noche, quiero preguntarle algo simple y simbólico: es levantarse por sus 70 años y aplaudirla conmigo... Für dich meine Puppele, para ti, mi amor.... Gracias... Para ti mi amor..."(ALAIN DELON)
EN 2016 , SARAH BIASINI, LA HIJA DE ROMY, ORGANIZÓ UNA EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA SOBRE SU MADRE
POR MÁS DE TRES DÉCADAS, DESDE 1982, CADA 29 DE MAYO ALAIN SIGUE VISITANDO LA TUMBA DE ROMY EN EL CEMENTERIO DE BOISSY-SANS-AVOIR EN YVELINES.
VIDEOCLIP ALAIN DELON & ROMY SCHNEIDER
ALAIN DELON & ROMY SCHNEIDER
HIMNO AL AMOR (ÉDITH PIAF)
EN LA ENTREVISTA QUE LE HICIERA CATHERINE CEYLAC EN EL PROGRAMA DE TV "THÉ OU CAFÉ" EMITIDO EL 24.11.2018, ALAIN DELON DESMINTIÓ QUE HAYA SIDO TAN BRUTAL Y ABRUPTA SU RUPTURA CON ROMY SCHNEIDER, QUE INCLUSO ERA MENTIRA LO DE LA CARTA QUE LE HABRÍA DEJADO PARA QUE ELLA LEYERA CUANDO VOLVIERA DE FILMAR EN EE.UU DONDE LE DECÍA QUE LA DEJABA.
POR OTRA PARTE, DIJO QUE NO VOLVÍA A VER SUS PELÍCULAS PORQUE LA MAYORÍA DE SUS COMPAÑEROS ESTABAN MUERTOS Y, SOBRE TODO PORQUE CUANDO VEÍA UNA ESCENA CON ROMY EN EL FILM "LA PISCINA", SE ADELANTABA A LOS DIÁLOGOS ANTES DE QUE APAREZCAN EN LA PANTALLA.
ALAIN DELON & ROMY SCHNEIDER
YO TE INVITO BAILARINA (JAIRO)
ALAIN DELON & ROMY SCHNEIDER
IMPOSSIBLE (JAIRO)
NOTA DE LA REVISTA SELECCIONES DEL READERS DIGEST . DICIEMBRE 2011. ARGENTINA.
ES UN EXTRACTO CONDENSADO DEL LIBRO "DELON & ROMY: UN AMOUR IMPOSSIBLE" DE BERTRAND TESSIER.
14 de abril de 1958.
Un avión Constellation con una franja azul oscuro en el fuselaje aterriza en el aeropuerto de Orly, al sur de Paris, y cuatro hombres van corriendo hacia el: el pro-ductor de cine Michel Safra, el director Pierre Gaspard-Huit, un joven actor llamado Alain Delon, de quien se empieza a hablar, y un amigo suyo, Jean-Claude Brialy. Han venido a dar la bienvenida a una de las estrellas más famosas del cine europeo: Romy Schneider. Ésta actriz austríaca, quien desde que filmó "Sissi" es el ídolo de muchas jóvenes, va a tener el papel principal en la película que Safra y Gaspard-Huit preparan desde hace meses: "Christine". El productor repartirá fotos a la prensa, y mañana aparecerán en las páginas de espectáculos de los diarios. Romy Schneider en una película francesa... ieso sí que es un golpe de efecto! Para que la foto luzca más, Safra ha aceptado la sugerencia de Delon de regalarle un enorme ramo de rosas. El joven actor no sabe que ese será el comienzo de su romance con la estrella. Delon viste con traje y corbata, lo que lo hace parecer formal y demasiado arreglado para la ocasión. Es demasiado buen mozo, demasiado joven y se peina demasiado bien, dice Romy para sus adentros. Hasta las flores le parecen "demasiado rojas". Ella, en cambio, lleva un atuendo sencillo. Es una niña inocente, piensa Delon. Sin duda, es un mal comienzo por ambas partes. Pero al transcurrir los días Romy descubre a un Delon que
es lo contrario del "yerno ideal" que parecía. Delon ha vuelto a usar sus habituales camisas deportivas y pantalones vaqueros, y tiene el pelo revuelto por andar corriendo en su MG convertible. Encarna la rebeldía, es un espíritu salvaje; siempre llega tarde y su única disculpa es su sonrisa. Romy está fascinada con él. Más adelante Delon contaría que solían preguntarse el uno al otro: "¿Quién se enamoró primero, tú o yo?" Y siempre se respondían: "Ni tú ni yo. iLos dos al mismo tiempo!"
Se enciende Ia pasión
"Christine" se está filmando en Viena. En un parque de las afueras de la ciudad, Christine (Romy) actúa de forma engreída con Franz (Delon). Luego de una sesión de fotos y un viaje en barco, se sientan juntos sobre un tronco. Franz se inclina hacia Christine y la besa por primera vez. Pero cuando Alain Delon se inclina hacia Romy Schneider, la besa de verdad. La realidad y la ficción se funden. El equipo de filmación se da cuenta. Delon ha encendido la pasión de Romy, y no tiene intención de apagar las llamas. Un día después del final del rodaje, Romy acompaña a Delon al aeropuerto de Viena. En el pasillo de la sala de salidas se despide de él con un beso. Pero en su hotel la espera una carta de Alain, que empieza así: "Mein Puppele"... ("Mi muñequita", en alemán). Le confiesa su tristeza por dejarla, su deseo de estar con ella otra vez, el amor que siente.
Romy decide irse al día siguiente a Colonia, Alemania, donde vive. Necesita recobrar la compostura. Las otras películas esperan, con contratos ya firmados. Pero al otro día, cuando llega la hora de tomar el avión, cambia su pasaje... ipor otro a París! Se siente motivada por el amor, pero no sólo por eso. Su romance con Delon es también su manera de escapar de su madre, Magda, quien estuvo ausente durante tanto tiempo y ahora está demasiado presente, pero, sobre todo, para huir de "papi", Hans Herbert Blatzhein, su odioso padrastro, de su mirada lasciva y su comportamiento ruin. Posteriormente la actriz revelaría: "Yo tenía 14 o 15 años. Él me arrinconó varias veces. Sentí sus asquerosas manos sobre mis senos, y deslizándose bajo mi falda. No tenía la fuerza para apartarlo de mí. Me sentí sucia, avergonzada". Desde que empezó su carrera en el cine, Romy ha sido una mina de oro para su padrastro. Pero ella ama la libertad, y empezó a querer elegir sola sus papeles. Cuando le ofrecieron filmar una secuela de Sissi y luego la tercera parte, se rebeló, aunque finalmente cedió. Para "papi", todas las ofertas son buenas, siempre y cuando le reditúen dinero.
El joven Alain Delon recibe con flores a Romy Schneider, Ia famosa protagonista de Ia pelicula Sissi, en el aeropuerto de Orly, en abril de 1958
Cuando Romy llega a Paris, Delon la lleva a la casa donde vive, propiedad de su representante, Georges Beaume, en el muelle Malaquais. Romy se queda a vivir con su novio, y poco después Beaume empieza a hacerse cargo de su carrera. Todos los días recibe llamados de su madre o de su padrastro. Le hablan sobre contratos, guiones e inversiones, pero, más que nada, Llaman para pedirle que recapacite. Le dicen que es una ingenua y no dejan de hacerle avertencias contra ese malvado francés, que la quiere sólo por su fama y su dinero. Tres meses después, Magda y Hans se dan cuenta de que no podrán separar a la joven pareja. El 22 de marzo, en Lugano, Suiza, Romy y Alain celebran su compromiso. Con los honorarios de sus primeras películas, Delon compra una casa en Paris, en el número 22 de la Avenue de Messine, y se muda con Romy. Pero aunque están muy enamorados, no descuidan sus carreras. "A pleno sol", una película por cuyo papel protagónico Delon tuvo que pelear, se estrena el 10 de marzo de 1960. En esta ocasión todo el mundo se convence de que Delon no es simplemente un prometedor actor joven, capaz de romper muchos corazones por su belleza, sino que está en camino de convertirse en una estrella. En cambio, Romy, quien ahora reside en Paris, ha empezado a perder la popularidad que tenía en Alemania. "La consideraron una traidora por haberse ido a vivir a Francia", dice Michael Jilrgs, ex editor de la revista "Stern". Romy necesita impulsar de nuevo su carrera, pero en Francia sigue siendo "Sissi", la encarnación de un estilo cinematográfico sentimentaloide y anticuado, cubierto de polvo. "En Alemania me dieron la espalda —contaría años después—. En Francia, no existía como actriz". La situación se ha vuelto mucho más difícil para ella porque Delon, tras el éxito de "A pleno sol", es agasajado adondequiera que va. Cuando Romy lo acompaña a una cena, un estreno o una gala, la gente siempre la trata bien, pero su novio es el centro de atención. Con poco mas de 20 años de edad, es una estrella apagada a quien ya nadie quiere ver. "Por primera vez me dio envidia el éxito de Alain", admitió después.
El director Luchino Visconti la salva. La invita a trabajar en un episodio de "Boccaccio 70". La película, con sus escenarios llenos de tapices de terciopelo color vino, resulta una vistosa vidriera para Romy. En una de esas coincidencias que se repiten a lo largo de su relación, Romy y Alain se enteran de que han sido invitados a asistir al Festival cinematográfico de Cannes de 1962. En la cima de su estrellato, los dos brillan con la misma intensidad. Pero como ahora él es tan famoso como ella, les resulta sumamente complicado coordinar sus agendas. Un día Romy está en París, y al día siguiente está en Roma. Lo mismo sucede con Alain, pero no necesariamente en las mismas fechas. Ambos tienen citas con directores, pruebas de vestuario, contratos que firmar, entrevistas, sesiones fotográficas y compromisos personales y profesionales. Sus encuentros son apasionados, pero los dos son temperamentales y el menor desacuerdo se convierte en una batalla de voluntades. Ambos experimentan una sensación de inseguridad, de que se están distanciando poco a poco. Cada momento que pasan juntos se enturbia por el temor de tener que separarse. Ese estado de frustración constante les provoca rencor, amargura y retraimiento. Desde que anunciaron su compromiso, los periodistas no dejan de acosarlos: "¿Cuándo es la boda?" Pero ellos siguen aplazando el gran día.
Sin duda pensaron en tener un bebé, pero nunca hablaron de eso, al menos no en público. La actriz Annie Girardot recordó después una ocasión en que Romy y Delon la visitaron, en 1962: "Mientras yo acariciaba a mi bebé y lo acunaba en mis brazos, ella me observaba en silencio. Luego le dijo a Alain: `También nosotros tendremos un bebé', pero él no respondió". Jamás tendrían un hijo juntos.
"Mi vida es un infierno"
Todo empieza a salirse de control a principios de 1963, cuando Romy acepta viajar a los Estados Unidos para presentar "Boccaccio 70", la película de Visconti que tanto significa para ella. En Hollywood es recibida como una reina. La gente la ve como la nueva Marlene Dietrich. Nadie habla de Sissi. Invitan a Romy a todas partes y la agasajan con flores y otros regalos. Columbia le ofrece un contrato por tres años. ¿Acaso siente que su relación amorosa con Delon se acerca a su fin, que necesita otros desafíos? Sea como haya sido, la actriz acepta.
Para Romy, los Estados Unidos representaban un nuevo comienzo, lejos de Alain, de su madre y de su padrastro; lejos de la prensa alemana, que no había dejado de acosarla y criticarla desde que decidió irse a vivir a Francia con Delon. Sin embargo... Ese verano Alain visita a Romy en Los Angeles. No le ha avisado que irá a verla, y se aparece justo cuando ella se disponía a hacer un llamado telefónico para comunicarse con él en España, donde estaba filmando. "Tenía la virtud de dar sorpresas como esa", refirió Romy posteriormente. ¿Qué buscaba Delon del otro lado del Atlántico? ¿La alegria de reunirse con su amada, o la confirmación de un sentimiento que no podía negar: la sensación de que la pasión inicial de ambos se había transformado en una tierna amistad? Sea cual haya sido su sentimiento real, no se sinceró ante Romy. Durante mucho tiempo después de esa visita, ella la repasó en su mente hora por hora, minuto por minuto, e invariablemente llegó a la misma conclusión: "Alain se comportó como siempre". Pero algo ocurría... Romy y Delon nunca habían sido completamente fieles el uno con el otro, lo cual es parte de la naturaleza.
En noviembre Georges Beaume, el representante europeo de Romy, va a la casa de ella con un maletín lleno de guiones. Con su llegada, un poco de París entra en la casa, y también un poco de Alain, quien en ese momento se encuentra en la Riviera francesa. Una mañana Romy oye por casualidad a Beaume hablar por teléfono con Delon. Está acostumbrada a eso, pues hablan todo el tiempo. Pero ese día, a diferencia de otros, Beaume no le pasa el teléfono. —¿Por qué no me dejaste hablar con Alain? —le pregunta. Beaume se siente incómodo. Con un gesto de tristeza, le dice: —Romy, debes ser fuerte. Tengo una carta para ti. Alain la metió entre mis papeles, justo antes de que me fuera. Romy lee la carta, de 15 páginas. "No le contesté", contaría después. "No había nada que decir". Para ella, los días felices habían terminado. El 18 de diciembre de 1963, Romy vuelve a París. Le ha avisado a Delon de su llegada. Tal vez, en lo más recóndito de su corazón, espera reconquistarlo. Han peleado mucho, pero se han reconciliado muchas veces también. Sin embargo, él no fue a recibirla al aeropuerto. "El departamento estaba vacío", recordó la actriz posteriormente. "Había un ramo de rosas con una nota: 'Me fui a México con Nathalie. Sobra decir los motivos. Alain". En París, Romy arrastra su tristeza.
Los seductores: siempre están buscando que se les demuestre el amor. Pero Delon ya había elegido. A partir de ese momento, en su vida habría otra mujer: Nathalie Barthelemy.
Cada calle, cada restaurante, cada teatro le recuerdan a Delon. En sus propias palabras, se siente "rota, perdida, destruída". Sola en esta ciudad que tanto le gusta, se conforma con dejar notas en el parabrisas del auto de Alain. Se deprime, se encierra en un círculo vicioso de tranquilizantes y alcohol. Se dice que tiene todo tipo de aventuras amorosas. "Mi vida es un infierno", escribe en su diario en enero de 1965. Delon le ha roto las alas. Sin el, ya no puede vivir. El primero de abril de 1965, en el Centro Europa de Berlin, Romy conoce a Harry Meyen. Él tiene 41 años —14 más que ella—, y aunque también es actor, es más conocido como director teatral y director residente en el Teatro Komodie. Empiezan por trabajar juntos en proyectos profesionales, pero, muy rápidamente, su amistad se convierte en una historia de amor. Sin embargo, Meyen es un hombre casado y, una vez más, la prensa alemana ataca a Romy. Al final, ella es la que paga para que se divorcie. El 15 de julio de 1966, Romy se casa
"Necesito fuerza, un hombre que me tenga de rodillas."
con Meyen en Saint-Tropez, Francia, en una ceremonia muy discreta. El primero de diciembre nace David, el hijo de la pareja, en Berlin. Tras su ruptura con Delon y durante su depresión, Romy escribió en su diario: "Necesito fuerza, un hombre que me avasalle, que me tenga de rodillas". Meyen es ese hombre. La quiere sólo para él y se vuelve posesivo. Romy, que ha estado tan necesitada de amor, se deja envolver en su atención. Se pasa la mayor parte de sus días paseando a David en un cochecito por el distrito residencial de Gronwald, donde viven. El verano siguiente, Delon anuncia de manera oficial que va a divorciarse de su esposa, Nathalie.
Un nuevo comienzo
Cuando Delon lee el guión de "La piscina", le gusta la trama y el papel del personaje que el director Jacques Deray le ha ofrecido, un hombre atormentado por sus demonios. Pero ¿qué primera actriz podría estar a su altura? ¿Natalie Wood o Angie Dickinson, con quien Alain tuvo una aventura en Hollywood? ¿Alguna italiana como Mónica Vitti? ¿Una francesa como Leslie Caron o Delphine Seyrig? —¿Qué tal si se lo pedimos a Romy? —sugiere Delon. —Ya pasó de moda —le responde el productor. Pero Delon insiste. Tras varios días de tensas negociaciones, advierte: —O somos Romy y yo, o la película no se hace. Entre tanto, decide visitar a Romy en Berlín con Deray. —Quiero una pareja real —le dice el director a la actriz—, un hombre y una mujer que sepan todo el uno del otro, que sepan lo que son capaces de hacer.
Ella acepta, aunque tiene miedo de volver a tratar con el hombre al que ha amado tanto. ¿Qué quiere él en realidad? ¿Volver con ella? ¿Generar un truco publicitario? ¿Ayudarla de verdad? Romy tiene dudas, pero su deseo de volver al cine es más fuerte. La oferta le llega en el momento preciso. Los diálogos del filme son un eco de su romance. Romy: "Soy feliz cuando estoy contigo; no pido más". Delon: "Cuando una mujer se interesa en mí, me enamoro de ella al instante". Romy escribió después en su diario: "Todo era estrictamente profesional. Yo no sentía nada; era como besar una pared". Sin embargo, el rodaje y, sobre todo, la entusiasta acogida que el público le da a la película, le devuelven la confianza en sí misma. Cuatro años después de romper con ella, Delon le ha dado más que un papel: le ha dado un nuevo comienzo. "Tal como lo imaginé, La piscina significó el relanzamiento en serio de la carrera de Romy Schneider", comentó Alain después. Hacia el final del rodaje Romy le pide a su esposo que se vaya a vivir con ella y con David en Neuilly, en las afueras de París. Pero en la capital francesa Meyen es tan solo el señor Schneider. Herido en su orgullo, se refugia en el alcohol y los fármacos... al igual que Romy.
La autodestrucción de Harry la está destruyendo a ella también. La única manera de salvarse es dejarlo. Pero Meyen intuye que nunca se recuperará del abandono de Romy. Solicita la custodia de David, y la prensa alemana lo apoya. Romy, sin embargo, sabe pelear. Finalmente, logra quedarse con su hijo, aunque para eso debe pagarle 1,5 millón de marcos a Meyen. Hace unos 10 años pagó para que se divorciara, y ahora, en 1975, le paga para que se vaya.
Desesperación creciente
Poco después, Daniel Biasini entra en la vida de Romy como su chofer. Hastiada de una existencia tan inestable y de sus fracasos amorosos con Bruno Ganz, Jean-Louis Trintignant y Jacques Dutronc, la actriz piensa que este hombre buen mozo, nueve años menor que ella, es quizás el que siempre ha buscado. "Toda mi vida he tratado de tener bajo el mismo techo un marido, hijos, una carrera, éxito, dinero, libertad, seguridad y felicidad", escribió en su diario. Así que el 18 de diciembre de 1975 se casa con Biasini en Berlín. Y el 21 de julio de 1977 ven nacer a su hija, Sarah. Sin embargo, con Romy las cosas nunca dejan de ser complicadas. Es como si careciera de talento para ser feliz. En 1979, su matrimonio con Biasini empieza a desmoronarse, a pesar de la presencia de David y de Sarah. De hecho, es como si dar a luz un hijo la llevara a perder sus sentimientos más profundos por un hombre. Paradójicamente, no haber tenido un hijo la autodestrucción en Romy es la muerte de Meyen. Al enterarse del deceso, aflora el profundo sentimiento de culpa que lleva dentro. Para escapar de la angustia que la atormenta, empieza a beber otra vez. Se vuelve irritable, irascible, incontrolable. Bia-sini le esconde las botellas. —¿Con qué derecho lo haces? —le reclama ella. Biasini no resiste más. Le propone separarse un tiempo y se va a los Estados Unidos. Romy le pide el divorcio. Tiene 41 años y no para de decirse que ya está vieja, demasiado vieja. Luego la internan de urgencia en un hospital. Los médicos le descubren un tumor: hay que extirparle un riñón. Su cuerpo se está dando por vencido. El destino la está devorando. Su hijo David ya tiene 14 años. Pese a su corta edad, se ha convertido en el apoyo de su madre, en su muleta, en la roca a la que ella se aferra, aunque no quiere que se divorcie de Biasini porque él lo ve como un padre. El 5 de julio de 1981, el muchacho está trepando el enrejado de metal de la casa de los padres de Biasini, adonde ha ido a pasar el fin de semana, cuando de pronto se resbala y las puntas de las rejas le atraviesan el cuerpo. Romy corre al hospital, pero los médicos no logran salvar a su hijo. "Cuando le dí la noticia, no gritó", recuerda el cirujano. Y Delon más tarde dijo: "El día en que David nos dejó, fue como si Romy también hubiera muerto. A partir de ese momento ya no quiso vivir". Delon sabe cuánto está sufriendo Romy. Le habla sobre una nueva película que los reunirá otra vez en la pantalla, pero quiere que el filme sea digno de la admiración que siente por ella. En consecuencia, hace que reescriban el guión muchas veces. De vez en cuando Romy les pregunta a los guionistas: "¿Todavía quiere Alain seguir con esto?" Finalmente, el rodaje se programa para el verano de 1982. Romy tiene un nuevo novio, Laurent Petin, y su presencia hace más fácil su vida cotidiana. Pero aunque intenta llevar con él una existencia más serena —compran una casa en el pequeño poblado de Boissy-sans-Avoir, en medio de trigales—, Romy vuelve a sumirse en la depresión. Durante mucho tiempo, el alcohol ha sido su manera de quitarse el estrés. Desde la muerte de Meyen ha abusado también de los fármacos, aunque tan pronto como Petin encuentra las pastillas, se deshace de ellas.
"Te amo, mi muñequita"
El viernes 28 de mayo, después de cenar con unos amigos, Romy y Laurent vuelven caminando a su casa, en una callecita del distrito 7 de Paris, al filo de la medianoche. —Vete a la cama —le dice ella—. Yo me voy a quedar un rato con David, escuchando música. Petin no se sorprende. Romy habla todas las noches con su hijo o, más bien, con fotos suyas. Esa noche, como todas las demás, se sirve una
copa de vino, y luego otra... Unas horas después, Laurent se despierta. Al ver que Romy no está a su lado, se inquieta y va a buscarla al living. Convencido de que está dormida, la levanta en brazos para llevarla a la cama. En las primeras horas de la mañana, descubre que no da señales de vida: está muerta. En ese momento, Delon se encuentra en la comarca del Perigord. El productor Alain Terzian le da la mala noticia. Varias horas después, los dos hombres llegan a la casa de Romy. "En cuanto entró en la habitación donde yacía su cuerpo —recuerda Terzian—, Alain se arrodilló, le dió un beso a Romy y se puso a llorar". Delon se queda toda la noche a su lado, para velarla, y le escribe una carta que termina con estas palabras: "Te amo, mi muñequita". El día del funeral, Delon se niega a asistir a la ceremonia religiosa y al entierro. No quiere quedar a merced de los fotógrafos porque sabe que no podrá contener el llanto. Sin embargo, va a la casa de Romy para darle el último adiós. Antes de que coloquen su cuerpo en el féretro, le saca tres fotos con una cámara instantánea. Desde entonces lleva las fotos consigo, en su billetera, en el corazón... Hay algo profundamente melancólico en el culto que Delon rinde a la memoria de Romy. Pero la clave de su manera de recordarla quizá se encuentre en una confesión que hizo en 2009: "Debí casarme con ella".
LETTRE COMPLETE
Alain Delon : sa lettre d’adieu à Romy Schneider, sa "Puppelé"
Paris Match | Publié le 23/09/2018 à 23h30 |Mis à jour le 24/09/2018 à 16h58
Par Alain Delon
Alain Delon et Romy Schneider au temps du bonheur.Hulton Archives / Getty Images
Romy Schneider aurait eu 80 ans, ce dimanche 23 septembre 2018. Quand l’actrice disparait le samedi 29 mai 1982 à l’âge de 44 ans, Alain Delon vient se recueillir longuement dans la chambre où elle repose. Dans "Paris Match", il écrira pour elle cette dernière lettre empreinte d’amour et de nostalgie.
Paris Match n°1724, 11 juin 1982
«Je te regarde dormir. Je suis auprès de toi, à ton chevet. Tu es vêtue d’une longue tunique noire et rouge, brodée sur le corsage. Ce sont des fleurs, je crois, mais je ne les regarde pas. Je te dis adieu, le plus long des adieux, ma Puppelé. C’est comme ça que je t’appelais. Ça voulait dire «petite poupée», en allemand. Je ne regarde pas les fleurs mais ton visage et je pense que tu es belle, et que jamais peut-être tu n’as été aussi belle. Je pense aussi que c’est la première fois de ma vie – et de la tienne – que je te vois sereine et apaisée. Comme tu es calme, comme tu es fine, comme tu es belle. On dirait qu’une main, doucement, a effacé sur ton visage toutes les crispations, toutes les angoisses du malheur. Je te regarde dormir. On me dit que tu es morte. Je pense à toi, à moi, à nous. De quoi suis-je coupable ? On se pose cette question devant un être que l’on a aimé et que l’on aime toujours. Ce sentiment vous inonde, puis reflue et puis l’on se dit que l’on n’est pas coupable, non, mais responsable… Je le suis. A cause de moi, c’est à Paris que ton coeur, l’autre nuit, s’est arrêté de battre. A cause de moi parce que c’était il y a vingt-cinq ans et que j’avais été choisi pour être ton partenaire dans «Christine». Tu arrivais de Vienne et j’attendais, à Paris, avec un bouquet de fleurs dans les bras que je ne savais comment tenir. Mais les producteurs du film m’avaient dit : «Lorsqu’elle descendra de la passerelle, vous vous avancerez vers elle et
lui offrirez ces fleurs.» Je t’attendais avec mes fleurs, comme un imbécile, mêlé à une horde de photographes. Tu es descendue. Je me suis avancé. Tu as dit à ta mère : «Qui est ce garçon ?» Elle t’a répondu : «Ce doit être Alain Delon, ton partenaire…» Et puis rien, pas de coup de foudre, non. Et puis je suis allé à Vienne où l’on tournait le film. Et là, je suis tombé amoureux fou de toi. Et tu es tombée amoureuse de moi. Souvent, nous nous sommes posé l’un à l’autre cette question d’amoureux : «Qui est tombé amoureux le premier, toi ou moi ?» Nous comptions : «Un, deux, trois !» et nous répondions «Ni toi ni moi ! Ensemble !»
Mon Dieu, comme nous étions jeunes, et comme nous avons été heureux. A la fin du film, je t’ai dit : «Viens vivre avec moi, en France» et déjà tu m’avais dit «Je veux vivre près de toi, en France.» Tu te souviens, alors ? Ta famille, tes parents, furieux. Et toute l’Autriche, toute l’Allemagne qui me traitaient… d’usurpateur, de kidnappeur, qui m’accusaient d’enlever «l’Impératrice» ! Moi, un Français, qui ne parlais pas un mot d’allemand. Et toi, Puppelé, qui ne parlais pas un mot de français. Nous nous sommes aimés sans mots, au début. Nous nous regardions et nous avions des rires. «Puppelé»… Et moi j’étais «Pépé». Au bout de quelques mois, je ne parlais toujours pas l’allemand mais toi tu parlais français et si bien que nous avons joué au théâtre, en France. Visconti faisait la mise en scène. Il nous disait que nous nous ressemblions et que nous avions, entre les sourcils, le même V qui se fronçait, de colère, de peur de la vie et d’angoisse. Il appelait ça le «V de Rembrandt» parce que, disait-il, ce peintre avait ce «V» sur ses auto portraits. Je te regarde dormir. «Le V de Rembrandt» est effacé… Tu n’as plus peur. Tu n’es plus effrayée. Tu n’es plus aux aguets. Tu n’es plus traquée. La chasse est finie et tu te reposes.
"Une enfant qui devint très tôt et trop tôt une star"
Je te regarde encore et encore. Je te connais si bien et si fort. Je sais qui tu es et pourquoi tu es morte. Ton caractère, comme l’on dit. Je leur réponds, aux «autres» que le caractère de Romy était son caractère. C’est tout. Laissez-moi tranquille. Tu étais violente parce que tu étais entière. Une enfant qui devint très tôt et trop tôt une star. Alors, d’un côté, des caprices, des colères et des humeurs d’enfant, toujours justifiées, bien sûr, mais avec des réactions imprévisibles ; de l’autre côté, l’autorité professionnelle. Oui, mais il y a l’enfant qui ne sait pas très bien avec quoi elle joue. Avec qui. Et pourquoi. Dans cette contradiction, à travers cette brèche, s’engouffrent l’angoisse et le malheur. Quand on est Romy Schneider, et qu’on a la sensibilité et le tempérament à fleur de vie, à fleur de peau, qui était le tien. Comment leur expliquer qui tu étais et qui nous sommes, nous «les acteurs» ? Comment leur dire qu’à force de jouer, d’interpréter, d’être ce que nous ne sommes pas vraiment, nous devenons fous et perdus ? Pour rester debout, à peu près, comment leur dire que c’est si difficile, qu’il y faut une telle force de caractère, un tel équilibre… Mais cet équilibre, comment le trouver, dans ce monde qui est le nôtre, à nous les jongleurs, les clowns, les trapézistes de ce cirque dont les projecteurs nous dorent de gloire ? Tu disais : «Je ne sais rien faire dans la vie, mais tout au cinéma…» Non, les «autres» ne peuvent pas comprendre ça. Que plus on devient un grand comédien et plus on est maladroit à vivre. Garbo, Marilyn, Rita Hayworth… Et toi. Et moi je crie, pendant que tu te reposes et que je pleure, près de toi, que non, non, non, ce métier terrible n’est pas un métier de femme. Je le sais parce que l’homme que je suis est celui qui t’a le mieux connue, qui t’a le mieux comprise. Parce qu’il est un acteur, aussi.
Nous étions de la même race, ma Puppelé, nous parlions le même langage. Mais moi, je suis un homme. Ils ne peuvent pas nous comprendre, les «autres». Les comédiens, oui. Les «autres», non. C’est inexplicable. Et quand on est une femme, comme toi, ils ne peuvent pas comprendre qu’on peut mourir de «ça». Ils disent que tu étais un mythe. Bien sûr… Mais oui… Mais le «mythe», lui, sait qu’il n’est que ça. Une façade. Un reflet. Une apparence. Il est roi, prince, héros, Sissi, Madame Hanau, la Mouette… mais il rentre chez lui, le mythe, le soir. Alors il n’est que Romy, rien qu’une femme, avec une vie mal comprise, mal reçue, mal écrite dans les journaux, assaillie et traquée. Alors, il s’use, le mythe, dans sa solitude. Il s’angoisse. Et plus il est conscient, et plus il tombe, à doses plus ou moins répétées, dans les béatitudes de l’alcool et du tranquillisant. Ça devient habitude, puis règle, puis nécessité. Puis c’est irremplaçable et le coeur, usé, s’arrête parce qu’il est trop las de battre. Il a été trop malmené et bousculé, ce coeur qui n’était que celui d’une femme, le soir, assise devant un verre… On dit que le désespoir que t’a causé la mort de David t’a tuée. Non, ils se trompent. Il ne t’a pas tuée. Il t’a achevée. Vrai que tu disais à Laurent, ton dernier et merveilleux compagnon : «J’ai l’impression que j’arrive au bout du tunnel…» Vrai que tu voulais vivre, que tu aurais aimé vivre. Vrai pourtant que tu es arrivée au bout du tunnel, samedi, à l’aube. Que tu as été seule à savoir, lorsque ton coeur s’est brisé, que c’était là le bout du vrai tunnel.
"Toi avec moi, moi avec toi"
Je t’écris au hasard. Sans ordre. Ma Puppelé, si agressive, si écorchée. Tu n’as jamais pu accepter et comprendre le jeu de ce métier de femme publique que tu avais choisi et que tu aimais. Tu ne comprenais pas que tu étais un personnage public et que cela avait une telle importance. Tu refusais le jeu, tous les jeux auxquels cette profession expose. Tu te sentais attaquée, percée, violée dans ton intimité. Tu étais toujours sur tes gardes, comme un animal poursuivi, «forcée» comme on le dit d’une biche. Et toi, tu savais que le destin, d’une main, t’ôtait ce qu’il te donnait de l’autre. Nous avons vécu plus de cinq ans l’un près de l’autre. Toi avec moi. Moi avec toi. Ensemble. Puis la vie… Notre vie, qui ne regarde personne, nous a séparés. Mais nous nous appelions. Souvent. Oui, c’est exactement ça : nous nous lancions des «appels». Ensuite, en 1968, ce fut «La piscine». Nous nous sommes retrouvés, pour travailler. Je suis allé te chercher en Allemagne. J’ai connu David, ton fils. Après notre film, tu es ma soeur, je suis ton frère. Tout est pur et clair entre nous. Plus de passion. Mieux que cela : notre amitié de sang, de ressemblance et de mots. Et puis ta vie et, sur tes traces, le malheur et l’angoisse, l’angoisse… Ils diront, les «autres» : «Quelle actrice ! Quelle tragédienne !» Ils ne savent pas que tu es cette tragédienne, au cinéma, parce que tu l’es dans ta vie et que tu le paies très cher. Ils ne comprennent pas que les drames de ta vie personnelle rejaillissent sur l’écran, plus tard, dans tes rôles. Ils ne peuvent pas deviner que tu es «bonne» et «géniale» au cinéma, parce que tu vis la tragédie, à côté, et que tu es bouleversante parce que t’éclairent les reflets de tes drames personnels. Et que tu ne rayonnes que parce qu’ils te brûlent. Oh ! Ma Puppelé, ce travail de douleur ! Est-ce que j’ai vécu avec toi ou à côté de toi ? Jusqu’à la mort de David, pourtant, il y a «le métier» qui t’a tenu la tête hors de l’eau. Puis David est parti… et le métier n’a plus suffi. Alors je n’ai pas été étonné quand j’ai appris que toi aussi tu t’en étais allée. De quoi ai-je été étonné ? De ton non-suicide. Mais que ton coeur ait craqué, non. J’ai dit : «C’était ça, le bout du tunnel.»
"Belle, riche, célèbre, que te fallait-il de plus ? La paix, un peu de bonheur"
Je te regarde dormir. Wolfie, ton frère, et Laurent entrent dans la chambre. Je parle avec Wolfie. Nous nous souvenons de cette maison que j’avais, à la campagne. Des dobermans qui te faisaient si peur. Nous nous souvenons encore… C’était il y a vingt-cinq ans, en Bavière, dans un petit village. Wolfie avait 14 ans, moi, 23, et toi, 20. Nous avons ri quand on nous a annoncé la visite de la présidente du Fan-Club Romy Schneider en France. Nous avons vu arriver une grande jeune fille, avec des lunettes, timide, et qui s’appelait Bernadette. Quand nous sommes revenus à Paris, nous lui avons téléphoné. Elle est devenue notre secrétaire, pendant six ans. Elle est toujours la mienne, depuis vingt-deux ans maintenant. Je te regarde dormir. Hier encore tu étais vivante. C’était la nuit. Tu as dit à Laurent, comme vous rentriez à la maison : «Va te coucher. Je te rejoindrai tout à l’heure. Moi, je reste un peu avec David en écoutant de la musique.» Tu disais cela chaque soir… Que tu voulais rester seule avec le souvenir de ton enfant mort, avant de te coucher. Tu t’es assise. Tu as pris du papier et un crayon et tu t’es mise à tracer des dessins. Pour Sarah. Tu dessinais, pour ta petite fille, lorsque ton coeur t’a fait si mal, soudain… Si belle. Belle, riche, célèbre, que te fallait-il de plus ? La paix, un peu de bonheur. Je te regarde dormir. Je suis de nouveau seul. Je me dis : tu m’as aimé. Je t’ai aimée. J’ai fait de toi une Française, une star française. De ça, oui, je me sens responsable. Et ce pays que tu as aimé, à cause de moi, est devenu le tien. La France. Alors Wolfie a décidé – et Laurent lui a dit que tu aurais voulu cela – que tu resterais ici et que tu te reposerais pour toujours dans la terre de France. A Boissy. Où, dans quelques jours, ton fils, David, viendra te rejoindre. Dans un petit village où tu venais de recevoir les clés d’une maison. Là, tu voulais vivre, près de Laurent, près de Sarah, ta fille. Là, tu vas dormir pour toujours. En France. Près de nous, près de moi. Je me suis occupé de ton départ à Boissy, pour soulager Laurent et ta famille. Mais je n’irai ni à l’église ni au cimetière. Wolfie et Laurent me comprennent. Toi, je te demande de me pardonner. Tu sais que je n’aurais pas pu te protéger de cette foule, de cette tourmente, si avide de «spectacle» et qui te faisait si peur, qui te faisait trembler. Pardonne-moi. J’irai te voir, le lendemain, et nous serons seuls. Ma Puppelé, je te regarde encore et encore. Je veux te dévorer de tous mes regards, et te dire encore et encore que tu n’as jamais été si belle et si calme. Repose-toi. Je suis là. J’ai appris un peu d’allemand, près de toi. «Ich liebe dich.» Je t’aime. Je t’aime, ma Puppelé.»
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CARTA COMPLETA
Adiós mi Puppelé
« Te miro dormir. Estoy contigo, al lado de tu cama. Llevas una túnica larga negra y un bordado rojo en el corpiño. Son flores, pienso, pero no las miro. Te diré adiós, el adiós más largo, mi Puppelé. Así te llamé. Significaba "muñequita" en alemán. No miro las flores, pero sí tu cara y pienso que eres hermosa, y nunca, tal vez hayas sido tan hermosa. También creo que es la primera vez en mi vida (y en la tuya) que te veo tranquila y aliviada. Eres tan tranquila, estás tan bien, qué hermosa estás. Parece una mano que limpia suavemente tu rostro todas las tensiones, todas las ansiedades de la desgracia. Te miro dormir. Me dicen que estás muerto. Pienso en ti, en mí, en nosotros. ¿De qué soy culpable? Esta pregunta nos la hacemos ante un ser amado y aún lo amamos. Este sentimiento te llena, y luego fluye hacia atrás y entonces decimos que uno no es culpable, no, pero sí responsable… yo lo soy. Por mi culpa, tu corazón en París la otra noche dejó de latir. Por mi culpa, porque estuve allí veinticinco años y fui elegida para ser su compañera en «Christine». Viniste a Viena y yo te esperé, en París, con un ramo de flores en los brazos que no sabía cómo sostener. Pero los productores de la película me dijeron: « Cuando baje del puente, avanzarás hacia ella y le ofrecerás estas flores. » Esperé con mis flores, como una tonta, mezclada con una horda de fotógrafos. Estás abajo. Di un paso adelante. Le dijiste a tu madre: "¿Quién es este niño?" ». Ella te respondió: « Debe ser Alain Delon, tu socio… « . Y luego nada, ningún rayo, no. Y luego fui a Viena donde estábamos rodando la película. Y luego me enamoré perdidamente de ti. Y te enamoraste de mí. A menudo nos preguntamos unos sobre otros temas de amor: « ¿Quién se enamoró primero, tú o yo? ». Contamos '¡Uno, dos, tres! « Y respondimos: » ¡Ni tú ni yo! Juntos " . Dios mío, éramos jóvenes y éramos felices. Al final de la película dije: "Ven a vivir conmigo a Francia" y ya me dijiste: "Quiero vivir cerca de ti, en Francia". " ¿Recuerdas cuando? Tu familia, tus padres, furiosos. Y en toda Austria, en Alemania, que todos me trataron... ¡usurpador, secuestrador, que me acusó de sacar a la «Emperatriz»! Yo, un francés, que no hablaba una palabra de alemán. Y tú, Puppelé, que no hablabas ni una palabra de francés. ¡dos tres! « Y respondimos: » ¡Ni tú ni yo! Juntos " . Dios mío, éramos jóvenes y éramos felices. Al final de la película dije: "Ven a vivir conmigo a Francia" y ya me dijiste: "Quiero vivir cerca de ti, en Francia". " ¿Recuerdas cuando? Tu familia, tus padres, furiosos. Y en toda Austria, en Alemania, que todos me trataron... ¡usurpador, secuestrador, que me acusó de sacar a la «Emperatriz»! Yo, un francés, que no hablaba una palabra de alemán. Y tú, Puppelé, que no hablabas ni una palabra de francés. ¡dos tres! « Y respondimos: » ¡Ni tú ni yo! Juntos " . Dios mío, éramos jóvenes y éramos felices. Al final de la película dije: "Ven a vivir conmigo a Francia" y ya me dijiste: "Quiero vivir cerca de ti, en Francia". " ¿Recuerdas cuando? Tu familia, tus padres, furiosos. Y en toda Austria, en Alemania, que todos me trataron... ¡usurpador, secuestrador, que me acusó de sacar a la «Emperatriz»! Yo, un francés, que no hablaba una palabra de alemán. Y tú, Puppelé, que no hablabas ni una palabra de francés. que todos me trataron... ¡usurpador, el secuestrador, que me acusó de sacar a la «Emperatriz»! Yo, un francés, que no hablaba una palabra de alemán. Y tú, Puppelé, que no hablabas ni una palabra de francés. que todos me trataron... ¡usurpador, el secuestrador, que me acusó de sacar a la «Emperatriz»! Yo, un francés, que no hablaba una palabra de alemán. Y tú, Puppelé, que no hablabas ni una palabra de francés.
We loved without words, in the beginning. We looked and we had some laughs. Puppelé … And I was « Grandpa ». After a few months, I did not speak German yet but you spoke French so well and we played at the theater in France. Visconti was the staging. He told us that we resembled and we had, between the eyebrows, the same V that wrinkled, anger, fear of life and anxiety. He called it the « V of Rembrandt » because, he said, that this painter had « V » on his self portraits. I watch you sleep. « The V of Rembrandt » is deleted … You have no fear. You are no longer frightened. You’re more alert. You are no longer hunted. The hunt is over and you rest.
I look at you again and again. I know you so well and so strong. I know who you are and why you died. Your character, as they say. I reply, ‘other’, the character of Romy was her character. That’s it. Leave me alone. You were violent because you were right. A child who soon became a star, too soon. So, on one side, whims, tantrums and moods of a child, always justified, of course, but with unpredictable reactions, on the other hand, the professional authority. Yes, but there are children who do not really know how it plays with. With that. And why. In this contradiction, through this breach, rush anxiety and unhappiness. When one is Romy Schneider, and we have the sensitivity and temperament in flower of life, on edge, which was yours. How to explain who you were and who we are, « actors ». How to tell them to keep playing, « Interpreter » to be what we are not really crazy and we become lost. To stand, roughly, how they say it is so difficult, that there should such a strong character, such a balance … But this balance, how to find it in this world of ours, our jugglers, clowns, trapeze artists of the circus whose projectors we bask in glory? You said: « I can not do anything in life, but all the movies … ». No, the « others » can not understand that. That the more we become a great actor and it is awkward to live. Garbo, Marilyn Monroe, Rita Hayworth … And you.
And I cried, while you rest and I weep beside you, no, no, no, this business is not a terrible business woman. I know because the man I’m the one who is best known thee, who brought you the better understood. Because he is an actor, too. We were of the same race, my Puppelé, we spoke the same language. But I am a man. They can not understand us, « other ». The actors, yes. The « other » are not. It’s inexplicable. And when you’re a woman, like you, they may not realize that they can die of « it. » They say you were a myth. Of course … But yes … But the « myth », he knows he is just that. A facade. A reflection. Appearance. he is king, prince, hero, Sissi, Mrs. Haneau, the seagull … But he goes home, the myth, at night. So it is that Romy, just a woman with a life misunderstood, poorly received, poorly written in newspapers, assailed and hunted. So he wears, the myth, in his solitude. This anxiety. And the more he understands, and he falls, to more or less repeated doses, in the beatitudes of alcohol and tranquilizers. It becomes habit, then sets, then necessity. Then it is irreplaceable and the heart, worn out, stops because he is too tired to fight. It was too battered and shaken, his heart was only that of a woman in the evening, sitting over a glass…
They say that desperation that you caused the death of David you killed her. No, they are mistaken. Did he not kill her. There you have completed. True that you said to Lawrence, and your last wonderful companion: « I feel like I get to the end of the tunnel. » True that you wanted to live, you would have liked to live. Nevertheless true that you came out of the woods on Saturday at dawn. You were only to know when your heart is broken, that this was the true end of the tunnel.
I write at random. Without notice. My Puppelé, if aggressive, if scratched. You never could accept and understand the game of women’s work that you had chosen public and you loved. You did not understand that you were a public figure and it was so important. You refused the game, any game that exposes profession. You felt attacked, breakthrough, broken into your privacy. You were always on your guard, like a hunted animal, « forced » as they say a deer. And you knew that fate, with one hand, t’ôtait what gave you the other.
We lived more than five years, one near each other. You with me. Me with you. Together. Then life … Our life, which nobody’s business, has separated us. But we were called. Often. Yes, that’s exactly right: we embarked on « appeals ». Then, in 1968, it was « The Pool ». We found ourselves, to work. I went looking for you in Germany. I met David, your son.
After our movie, you’re my sister, I am your brother. Everything is clean and clear of us. More passion. Better than that: our friendship blood, likeness and words. And then your life and your ways, unhappiness and anxiety, the anxiety … They will say, « other », « What an actress! What actress! « . They do not know that you are the actress, cinema, because you are in your life that you and pays dearly. They do not understand the drama of your life reflect upon the screen later in your roles. They can not guess that you are « good » and « brilliant », the movies, because you live the tragedy at hand, and you are upsetting because you light up the reflection of your personal dramas. And you do not radiated because they burn you. Oh! Puppelé this work my pain! Do I have lived with you or next to you?
Until the death of David, yet there is « the trade » that you held your head above water. Then David left … And the business was no longer sufficient. So I was not surprised when I learned that you also worry was gone. What was I surprised? Your non-suicide. But your heart is cracked, no. I said: « That was the end of the tunnel. »
I watch you sleep. Wolfie, your brother, and Lawrence enter the room. I speak with Wolfie. We remember this house I had in the countryside. Of Dobermans that made you so afraid. We remember again … That was twenty-five years ago, in Bavaria, in a small village. Wolfie was fourteen, my twenty-three and twenty thou. We laughed when we announced the visit of the President of Fan Club Romy Schneider in France. We have seen it happen a great girl, with glasses, shy, and named Bernadette. When we returned to Paris, we have called him. She became our secretary for six years. It is always mine, for twenty-two years now. I watch you sleep. Yesterday you were still alive. It was night. You said to Lawrence, as you return home: « Go to bed. I’ll join him earlier. I rest a bit with David, listening to music. » You said that every night … You wanted to be alone with the memory of your dead child before bed. You sat. You took the paper and a pencil and you started to make drawings. For Sarah. You were drawing for your little girl, when your heart has hurt so much, suddenly … So beautiful. Beautiful, rich, famous, that you ought to be more? Peace, a little happiness.
I watch you sleep. I’m alone again. I say you loved me. I loved you. I have made you a French, a French star. Of that, yes, I feel responsible. And this country that you loved, for my sake, became yours. France. So, Wolfie decided – Lawrence and told him that you wanted it – you’d stay here and that you should rest forever in the land of France. A Boissy. Where, in a few days, your son, David, will join you. In a small village where you had just received the keys of a house. There, you wanted to live near Lawrence, near Sarah, thy daughter. There, you will sleep forever. In France. Closer to home, close to me.
I took care of you left Boissy, to relieve Laurent and your family. But I do not go to church or the cemetery. Wolfie and Laurent understand me. You, I ask you to forgive me. You know I would not be able to protect yourself from this crowd, this storm, so eager to « show » and made you so afraid, that you tremble. Forgive me. I’ll see you tomorrow, and we are alone.
My Puppelé, I look at you again and again. I want to devour all of my eyes, and tell you again and again that you’ve never been so beautiful and calm. Rest. I’m here. I learned a little German, with you. Ich liebe dich. I love you. I love you my Puppelé. «
Alain Delon
Source: Paris Match – N 1724 – June 11, 1982
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CARTA COMPLETA
Adiós mi puppelé
«Te veo dormir. Estoy contigo, junto a tu cama. Llevas una larga túnica negra y un bordado rojo en el corpiño. Son flores, creo, pero no las miro. Me despediré, la despedida más larga, mi Puppelé. Así es como te llamé. Significaba «muñequita» en alemán. No miro las flores, sino tu cara y creo que eres hermosa, y nunca, tal vez hayas sido tan hermosa. También creo que es la primera vez en mi vida, y en la tuya, que te veo tranquila y aliviada. Estás tan callada, estás tan bien, qué hermosa eres. Parece una mano, se limpió suavemente tu rostro todas las tensiones, todas las ansiedades de la desgracia. Te miro dormir. Me dicen que estás muerta. Pienso en ti, en mí, en nosotros. ¿De qué soy culpable? Nos hacemos esta pregunta ante un ser que es amado y aún amamos a ese. Este sentimiento te llena, y luego fluye hacia atrás y luego decimos que uno no es culpable, no, sino responsable… yo soy. Por mí, lo que es tu corazón en París la otra noche, dejó de latir. Por mí, porque estuvo allí veinticinco años y me habían elegido para ser tu socio en «Christine». Viniste a Viena y te esperé, en París, con un ramo de flores en los brazos que no supe sostener. Pero los productores de la película me dijeron: «Cuando baje del puente, te acercarás a ella y le ofrecerás estas flores. » Esperé con mis flores, como un tonto, mezclado con una horda de fotógrafos. Estaba deprimido. Di un paso adelante. Le dijiste a tu madre: «¿Quién es este niño?». Ella te respondió: «Debe ser Alain Delon, tu socio ...». Y luego nada, ningún rayo, no. Y luego fui a Viena donde estábamos filmando la película. Y luego me enamoré locamente de ti. Y te enamoraste de mí. A menudo nos preguntábamos uno a otro temas de amor: «¿Quién se enamoró primero, tú o yo?». Contamos '¡Uno, dos, tres! «Y respondimos: « ¡Ni tú ni yo! Juntos «. Dios mío, éramos jóvenes, y cómo éramos felices. Al final de la película dije: «Ven a vivir conmigo en Francia» y ya me dijiste: «Quiero vivir cerca de ti, en Francia. " ¿Recuerdas cuando? Tu familia, tus padres, furiosos. Y en toda Austria, Alemania, todos me trataron de usurpador, el secuestrador, se me acusó de sacar a la «Emperatriz»! Yo, un francés, que no hablaba ni una palabra de alemán. Y tú, Puppelé, que no hablabas ni una palabra de francés.
Amamos sin palabras, al principio. Miramos y nos reímos un poco. Puppelé… Y yo era «abuelo». Después de unos meses, todavía no hablaba alemán, pero tú hablabas muy bien el francés y actuamos en el teatro de Francia. Visconti hizo la puesta en escena. Nos dijo que nos parecíamos y teníamos, entre las cejas, la misma V que arrugaba, rabia, miedo a la vida y ansiedad. La llamó la «V de Rembrandt» porque, decía, este pintor tenía «V» en sus autorretratos. Te miro dormir Se borra «La V de Rembrandt»… No tienes miedo. Ya no tienes miedo. Estás más alerta. Ya no estás cazada. La caza ha terminado y descansas.
Te miro una y otra vez. Te conozco tan bien y tan fuerte. Sé quién eres y por qué moriste. Tu personaje, como dicen. Respondo, "otro", el personaje de Romy era su personaje. Eso es. Déjame solo. Fue violento porque tenías razón. Un niño que pronto se convirtió en estrella, demasiado pronto. Entonces, por un lado, los caprichos, las rabietas y los estados de ánimo de un niño, siempre justificados, claro, pero con reacciones impredecibles, por otro lado, la autoridad profesional. Sí, pero hay niños que no saben realmente cómo se juega. Con eso. Y por qué. En esta contradicción, a través de esta brecha, se precipitan la ansiedad y la infelicidad. Cuando uno es Romy Schneider, y tenemos la sensibilidad y el temperamento en flor de la vida, al borde, que era el tuyo. Cómo explicar quiénes eran y quiénes somos, «actores». Cómo decirles que sigan jugando, «Intérprete» que sea lo que realmente no estamos locos y nos perdemos. Pararse, a grandes rasgos, cómo dicen que es tan difícil, que debería haber un carácter tan fuerte, un equilibrio ... Pero este equilibrio, cómo encontrarlo en este mundo nuestro, nuestros malabaristas, payasos, trapecistas del circo cuyo proyectores nos deleitamos en la gloria? Dijiste: «No puedo hacer nada en la vida, pero sólo las películas ...». No, los «otros» no pueden entender eso. Que cuanto más nos convertimos en un gran actor y es incómodo vivir. Garbo, Marilyn Monroe, Rita Hayworth… Y tú.
Y lloré, mientras descansas y lloro a tu lado, no, no, no, este negocio no eras una terrible mujer de negocios. Lo sé porque soy el hombre que más te conoce, el que te trajo, el mejor entendido. Porque también soy actor. Éramos de la misma raza, mi Puppelé, hablábamos el mismo idioma. Pero yo soy un hombre. No pueden entendernos, «otros». Los actores, sí. Los «otros» no lo son. Es inexplicable. Y cuando eres mujer, como tú, es posible que no se den cuenta de que pueden morir por eso. »Dicen que eras un mito. Por supuesto ... pero si
Pero el «mito», él sabe que es solo eso. Una fachada. Un reflejo. Apariencia. él es rey, príncipe, héroe, Sissi, la señora Haneau, la gaviota… Pero se va a casa, el mito, de noche. Así es que Romy, apenas una mujer con una vida incomprendida, mal recibida, mal escrita en los periódicos, asaltada y perseguida. Por eso viste, el mito, en su soledad. Esta ansiedad. Y cuanto más comprende, y cae, a dosis más o menos repetidas, en las bienaventuranzas del alcohol y los tranquilizantes. Se convierte en hábito, luego se establece, luego en necesidad. Entonces es insustituible y el corazón, agotado, se detiene porque está demasiado cansado para luchar. Estaba demasiado maltrecho y conmovido, su corazón era solo el de una mujer al atardecer, sentada ante un vaso…
Dicen que la desesperación que provocó la muerte de David la mató. No, están equivocados. ¿No la mató? Ahí lo has completado. Es cierto que le dijiste a Lawrence, y tu último compañero maravilloso: «Siento que llego al final del túnel. »Es cierto que querías vivir, te hubiera gustado vivir. Sin embargo, es cierto que saliste del bosque el sábado al amanecer. Solo sabías cuando tu corazón estaba roto, que este era el verdadero final del túnel.
Escribo al azar. Sin notificación. Mi Puppelé, si agresivo, si rayado. Nunca pudiste aceptar y comprender el juego del trabajo de las mujeres que habías elegido público y te encantaba. No entendiste que eras una figura pública y era tan importante. Rechazaste el juego, cualquier juego que exponga la profesión. Te sentiste atacada, avanzada, irrumpida en tu privacidad. Siempre estabas en guardia, como un animal perseguido, «forzada» como dicen de los ciervos. Y conocías ese destino, con una mano, no es lo que te dio con la otra.
Vivimos más de cinco años, uno cerca del otro. Tu conmigo. Tu y Yo. Juntos. Luego la vida … Nuestra vida, que a nadie le importa, nos ha separado. Pero fuimos llamados. A menudo. Sí, es exactamente cierto: nos embarcamos en «llamamientos». Luego, en 1968, fue «The Pool». Nos encontramos para trabajar. Te fui a buscar a Alemania. Conocí a David, tu hijo.
Después de nuestra película, eras mi hermana, yo fui tu hermano. Todo está limpio y claro para nosotros. Más pasión. Mejor que eso: nuestra sangre de amistad, semejanza y palabras. Y luego tu vida y tus caminos, la infelicidad y la ansiedad, la ansiedad… Dirán, «otros», «¡Qué actriz! ¡Qué actriz! «. No saben que eres la actriz, del cine, porque estás en tu vida que tú la pagas cara. No entienden el drama de tu vida que se refleja en la pantalla más adelante en sus roles. No pueden adivinar que eres «buena» y «brillante» en el cine, porque vives la tragedia que se avecina, y estás molesta porque enciendes el reflejo de tus dramas personales. Y no irradias porque te queman. Oh! ¡Puppelé este trabajo mi dolor! ¿He vivido contigo o junto a ti?
Hasta la muerte de David, sin embargo, existe «el oficio» de que mantuviste la cabeza fuera del agua. Entonces David se fue ... Y el negocio ya no era suficiente. Así que no me sorprendió saber que tú también te preocupabas. ¿Qué me sorprendió? Tu no suicidio. Pero tu corazón está roto, no. Dije: «Ese fue el final del túnel. »
Te miro dormir Wolfie, tu hermano y Lawrence entran en la habitación. Hablo con Wolfie. Recordamos esta casa que tenía en el campo. De los Doberman que tanto te daban miedo. Recordamos de nuevo ... Eso fue hace veinticinco años, en Baviera, en un pequeño pueblo. Wolfie tenía catorce años, yo veintitrés y veinte mil. Nos reímos cuando anunciamos la visita de la presidente del Fan Club Romy Schneider en Francia. La hemos visto pasar a una gran chica, con anteojos, tímida y que se llama Bernadette. Cuando regresamos a París, la hemos llamado. Se convirtió en nuestra secretaria durante seis años. Siempre es mía, desde hace veintidós años. Te miro dormir Ayer todavía estabas viva. Era de noche. Al regresar a casa le dijiste a Lawrence: «Vete a la cama. Me uniré a ti antes. Descanso un poco con David, escuchando música. »Dijiste que todas las noches ... Querías estar a solas con el recuerdo de tu hijo muerto antes de acostarte. Te sentaste. Cogiste el papel y un lápiz y empezaste a hacer dibujos. Por Sarah. Estabas dibujando para tu pequeña, cuando tu corazón ha dolido tanto, de repente… Tan hermoso. Hermosa, rica, famosa, que deberías ser más? Paz, un poco de felicidad.
Te miro dormir Estoy sola otra vez. Yo digo que me amabas. Yo te amaba. Te he hecho una francesa, una estrella francesa. De eso sí, me siento responsable. Y este país que amabas, por mi bien, se convirtió en tuyo. Francia. Entonces, Wolfie decidió, Lawrence y le dijo que lo querías, te quedarías aquí y que deberías descansar para siempre en la tierra de Francia. Un Boissy. Donde, en unos días, tu hijo, David, se unirá a ti. En un pequeño pueblo donde acababa de recibir las llaves de una casa. Allí, querías vivir cerca de Lawrence, cerca de Sarah, tu hija. Allí dormirás para siempre. En Francia. Más cerca de casa, cerca de mí.
Me ocupé de que dejaste Boissy, para relevar a Laurent y tu familia. Pero no voy a la iglesia ni al cementerio. Wolfie y Laurent me entienden. Tú, te pido que me perdones. Sabes que no podría protegerte de esta multitud, de esta tormenta, tan ansiosa de «mostrarte» y te asustaba tanto, que te estremecías. Perdóname. Te veré mañana y estaremos solos.
Mi Puppelé, te miro una y otra vez. Quiero devorar todo con mis ojos y decirte una y otra vez que nunca has estado tan hermosa y tranquila. Descansa. Estoy aquí. Aprendí un poco de alemán contigo. Ich liebe dich. te quiero. Te amo mi Puppelé. «
Alain Delon
Fuente: Paris Match - N 1724-11 de junio de 1982
EL 10 DE ENERO DE 2021 EN UN PROGRAMA DE TV DE FRANCIA SE ENCONTRARON POR PRIMERA VEZ, ANOUCHKA DELON Y SARAH BIASINI, LA HIJA DE ROMY SCHNEIDER.
VIDEOCLIP DE UN FRAGMENTO DEL PROGRAMA
LE SOIR MAGAZINE (ENERO 2021)
VIDEOCLIP DE HOMENAJE A LOS 30 AÑOS DE LQA MUERTE DE ROMY
El jueves 23 de setiembre de 2021. Alain Delon envió a Romy un tierno homenaje, compartido en Twitter por Jean-François Guyot, periodista de AFP.
“Rosemarie Albach-Retty conocida como Romy Schneider tendría 83 años hoy, este jueves 23 de septiembre. Nos preguntábamos," ¿Quién se enamoró primero, tú o yo? " Contamos: "¡Uno, dos, tres!" Y decíamos "¡Ni tú ni yo! ¡Juntos!" Juntos… Mi amor por ti es eterno, mi Puppelé ”está escrito.
Ya había publicado un texto como este en 2018 y también hace diez años para el cumpleaños número 70 de Romy.
Alain siempre guarda en el bolsillo interior de su chaqueta una foto de Romy, que tomó en su lecho de muerte.
del libro "Les femmes de ma vie" Alain Delon en colaboración con Philippe Barbier.
Bajo la pasarela del avión, un apuesto joven de veintitrés años un poco febril espera a Sissi. Estamos en el aeropuerto de Orly cn 1958, una gélida primavera reina sobre Francia. Ante la insistencia de los productores, Alain Delon, aún deslumbrante, acudió, con un ramo de flores en la mano, a dar la bienvenida a una de las actrices más famosas de Europa: Romy Schneider. Lo acompaña su amigo de toda la vida, Jean-Claude Brialy. Los tres deben rodar juntos en "Christine", la próxima película de Pierre Caspard-Huit. El rodaje está programado para pronto en Viena, Austria, donde Romy Schneider protagonizó la serie "Sissi" que la convirtió en una estrella en todo el mundo. Se abre la puerta del avión... Primeras miradas. Pero el amor a primera vista no es inmediato ante las luces de los crepitantes flashes de los fotógrafos que acercan pero que, en realidad, todo separa. A los veinte años, ella es la modelo, un pensamiento demasiado sabio de una de las actrices y cantantes más conocidas de Alemania, Magda Schneider, que interpretó a su madre en "Sissi". Recibió una sólida educación burguesa y no duda en recordar su rango a través de unos cuantos caprichos. Los suburbios parisinos, especialmente conocían la humedad de los arrozales, durante la guerra en Indochina, y mantuvo un aire un tanto rebelde bajo su traje un tanto perfecto su compañero de cine, mientras se instalaba en su residencia de Berlín, hojeando un álbum de posibles actores.
En el set de "Christine", juntos, un hola escenas fuertes, sentimientos más precisos.
Su amor es tan puro, su mirada tan clara que el mundo los ha apodado durante mucho tiempo como los novios eternos. Descubren una sola infancia solitaria. Crecer juntos. Todo París envidia y admira a esta pareja legendaria. La carrera de Alain Delon, en ascenso, lo aleja cada vez más de la joven. Sus lazos se aflojan... y acaban separándose.
Bajan por la pasarela de un avión, un apuesto joven espera a Romy Estamos en el aeropuerto de Niza en 1968. Alain Delon espera a la gaviota impuesta en la película bajo la que van a filmar con la dirección de Jacques Deray, "La Piscine". La emoción se palpa en este reencuentro Han pasado diez años desde su primer encuentro, Romy se ha convertido en una mujer radiante. La película, un asfixiante y cautivador thriller a puertas cerradas bajo el sol de Saint-Tropez, será un triunfo y permitirá a Romy Schneider, entonces en el fondo de la ola, encontrar papeles a su altura.
En el cementerio de Boissy-Saint-Avoir, en Yvelines, un hombre destrozado de cuarenta y siete años está presente, de memoria, y físicamente ausente. De hecho, ha dado una cita a su eterna prometida en el sótano del apartamento parisino, donde ella se ha ido. Protegiéndose de la procesión de los paparazzi, Alain Delon no asistirá al funeral de Romy, fallecida trágicamente en 1982. Vendrá a meditar dos días después, lejos de miradas indiscretas. Desde entonces, guardará en su corazón, en sus carteras, fotografías tomadas en su lecho de muerte, de la gran amiga de su vida, del amor de sus veinte años...
La prensa alemana no olvida a los novios de Europa. Meine Stars ( MIS ESTRELLAS ) November 2022
ROMY SCHNEIDER & ALAIN DELON: BESO CALIENTE DESPUÉS DE LA SEPARACIÓN
Este aroma Tan familiar, tan reconfortante. La sensación de ser abrazada por sus fuertes brazos. Unos segundos más, entonces los labios se tocan. Tierna, apasionada, bastante natural. El mundo está nadando alrededor. Romy Schneider (t 1982) y Alain Delon (87) no salvaron tantos metros durante casi cinco años. Se ha olvidado por completo que este encuentro es una escena de una película. Como la entonces ex pareja durante el rodaje de The Swim
Ella fue el motivo de la suspensión: la modelo y actriz Nathalie (con Alain y su hijo Anthony)
(Cine de 1969), la gente ya esperaba con ansias el comeback amoroso del año...
Romy y Alain actúan juntos
¿Qué pasaba en los descansos, después del trabajo y sobre todo: qué pasaba después del estreno de la película?
Festival de cine de Cannes (1962) Romy eclipsa con su prometido Alain Delon. En ese momento ella todavía era la estrella más grande. Pero se está poniendo al día. Y se alejará pronto
Wydra (53) en exclusiva en Mein Stars. Para su biografía "A Love in Paris - Romy Alain" habló con muchos testigos y acompañantes contemporáneos, y entrevistó a amigos cercanos de las dos estrellas. En 43 años nunca más fue tan voluble con un hombre. "Pero también para Alain Delon fue la mujer de su vida. Y lo sigue siendo hoy".
The Schack: De repente todo ha terminado y hecho.
Entonces, ¿por qué su relación solo duró cinco años? "Ese amor no estuvo a la altura de la realidad", asegura Wydra. "Delon es una
personalidad muy contradictoria. Durante todas sus relaciones importantes tuvo aventuras. El físico, la pasión, eso tampoco era exclusivo de Romy". Ella experimentó esto dolorosamente en diciembre de 1963. Después de meses de filmar en los EEUU. Con el corazón palpitante, abre la puerta de su apartamento en la avenida de Messine.
Una puñalada en el corazón: su novio va a tener un bebé
Lo que luego ve la congela. Sobre la mesa hay un ramo de rosas rojas, junto a él hay una nota escrita a mano: "Romy, la razón me obliga a despedirme de ti. Vivimos nuestro matrimonio antes de casarnos. Te doy la libertad a cambio entregándote mi corazón con ella". Ella sigue leyendo: Él se fue con Nathalie. Por favor, perdóname. Alain: 'Nathalie...
Inauguración de la nueva exposición "Romy Schneider" en París en marzo. Su hermosa hija Sarah (del matrimonio con Daniel Biasini) posa con el director Costa Gavras, quien realizó "El amor de una mujer" con Romy en 1979.
Cuando llegó a Hollywood, no le prestó mucha atención al principio. "¿Delon engaña a esta modelo?", se escribió junto a una foto que muestra a los dos cenando con amigos. Romy sabe muy bien lo que la gente quiere leer: historias de traición, de celos, dramas de amor sucio. Cuando lee la de su prometido nota una y otra vez con manos temblorosas, no tiene idea de que en realidad todo es mucho peor: Nathalie (nombre real Francine Canovas, t 2021), está embarazada Septiembre de 1964 viene Anthony Delon al mundo. Wydra sabe algo de esos días de Romy Schneider de este período. “Fue el año más duro de mi vida hasta ahora”, señala. “La actriz tuvo pensamientos suicidas y se deprimió”, dice la autora.
Coquetean y se ríen como si acabaran de enamorarse.
A pesar de que le hizo tanto daño, Romy no dudó ni un segundo y aceptó cuando, en 1968, le pidieron que interpretara a la pareja de Alain Delon en una película erótica. Él mismo reveló más tarde en la televisión: puso eso como condición. O filmo 'La piscina' con Romy o no filmo".
Delon sabe: Con esta mujer logra crear las escenas de amor perfectas. Y así es, solo las miradas intensas de los dos ponen la piel de gallina a los espectadores.. Cuando se ríen como dos adolescentes enamorados que se persiguen, cuando se burlan o cuando él le pone un mechón de pelo detrás de la oreja con ternura. Después de que termina la sesión, los paparazzi los siguen a todas partes. ¿Quién crees que obtendrá la primera foto real de un beso?
Sin embargo, Thilo Wydra no cree que los dos hayan vuelto a tener intimidad después del final del rodaje. Durante su investigación, sacó el tema una y otra vez. Hay dos amigos parados frente a la cámara. Ni más ni menos”, dice.
Muy afectado por un derrame cerebral, Alain Delon ahora depende cada vez más de la ayuda de su hijo mayor, Anthony (foto de 2021)
Romy Schneider Una vida de leyenda. Henry-Jean Servat ediciones Mondadori. 2010.
Nosotros dos. 14 de agosto de 2023.
JOURNAL DE FRANCE. Septembre 2023
"Coups de foudre les 50 plus belles rencontres amoureuses".
Gauroy, François-Xavier.
Hay una historia muy especial con una cruz de oro que se relata en esta nota de la revista española "Hola" de 1991 traducida del original francés de la francesa "France Dimanche" a la madre de Alain donde cuenta el gran cariño que ella le tenía a Romy:
"Sobre estas líneas, Edith en el transcurso de esta entrevista. No falta en su casa un retrato de Romy Schneider, a quien vemos, a la derecha, con Alain Delon
Esta es una conmovedora confesión., hecha nueve años después de la muerte de Romy Schneider sobrevenida, como se recordará, el 29 de mayo de 1982. En efecto, tras nueve años de silencio, una mujer revela los aspectos más conmovedores de uno de los más grades amores engendrados por el cine: el que, durante varios años iluminó la vida de Alain Delon y Romy Schneider. Sarah, Ia hija de Romy, a quien Edith quiere entregar ahora la cruz que su madre regaló a Alain.
Y esu mujer, que ahora tiene ochenta años se llama Edith. tiene el derecho de evocar esta pasión fuera de lo común, porque ella fue testigo y confidente. En efecto, Edith no es otra que... la madre de Alain Delon. Cada vez que pronuncia el nombre de Romy, Edith no puede impedir acariciar la cruz de oro macizo que lleva en su cuello. Una cruz sobre la cual están grabadas estas simples palabras en alemán: "Gott schutze dich", es decir: "Que Dios te proteja".
Esta cruz es un secreto entre Romy y yo., nos ha confesado. "Al comienzo de su amor. Romy quiso regalársela a Alain para mostrarle todo lo que significaba para ella. Por ello eligió el metal más precioso, y por ello encargó a uno de los más prestigiosos joyeros Van Cleef & Arpel que la creara. iPorque nada era demasiado para Alain!.. "
¿Qué otro objeto podría simbolizar un amor tan fuera de lo común, tan total como fue el de Alain y Romy? Ella sabía —según relata Edith—que este amor era excepcional, que era posible que no volviera a vivir otro tan magnífico. Pero todo lo que es excepcional es igualmente frágil, esto también lo sabía Romy. Entonces quiso proteger este amor, proteger a Alain. Y la inscripción " Dios te proteja" era una forma de decirle que, pasase lo que pasase entre ellos, su amor estaría siempre grabado en su corazón, igual que las palabras están grabadas en el oro para la eternidad.
Alain recibió la cruz de manos de Romy como una prueba casi sagrada de su amor y nunca se la quitó durante los largos y maravillosos meses de su felicidad. E incluso cuando el destino quiso que Alain se enamorara de Nathalie y dejara a Romy, la pequeña cruz estaba siempre allí, Alain continuaba llevándola alrededor de su cuello.
Fue entonces, cuando Edith fue a ver a su hijo en un rodaje a su camerino y le dijo: "Alain, puesto que te has separado de Romy, esta cruz ya no la mereces. Debes confiármela y yo se la devolveré a ella".
Alain se la entregó sin decir nada.
Cuando regresé a Paris, recuerda Edith telefoneé a Romy y me invitó a desayunar a su casa. Nos abrazamos llorando, comprendí que todavía amaba a mi hijo.
-Cariño, le dije, te devuelvo la cruz que le regalaste a mi hijo, ya no tiene derecho a llevarla.
-No, debes guardarla, me dijo, eres tú quien debe llevarla como prueba de mi ternura. Te protegerá de todos los males y, a través de ti, a través de tu amor, lo protegerá también a Alain.
Desde ese día Édith no se ha quitado la cruz que Romy le confió.
Cuando Romy murió, Édith tuvo una idea que se ha jurado realizar. "Pensé que mi deber era dar la cruz a Sarah, la hija de Romy, privada de su madre a una edad en la que se tiene tanta y tanta necesidad de ternura. Y me dije que se la daría cuando Sarah tuviera realmente la edad para entender la inmensa felicidad que su madre había vivido con Alain.
Sarah ha crecido, ya es una jovencita y se acerca el día en que Édith podrá por fin lograr su deseo de ver la joya brillar en su cuello. Será una forma de mostrarle que Romy nunca ha abandonado su corazón.
Porque ésta es la segunda revelación que nos ha hecho Édith; desde el principio Romy y ella se convirtieron en las mejores amigas del mundo y continuaron siéndolo hasta que la muerte golpeó a la gran actriz. Estaban tan cerca, eran tan cómplices que Romy llamaba a Edith "Mamá 2", una manera tierna y púdica de decirle que, en su corazón, la consideraba como su segunda madre.
Cuando Romy cerró los ojos, el dolor de Edith fue inmenso: "Para recordarla viva, bella, en mi cabeza, no fuí a verla -nos explica con la voz llena de tristeza- No fui al entierro tampoco. No podía hacerme a la idea de saberla encerrada en una caja. En la floristería encargué una cruz con las flores que prefería: rosas Pax Elabor, con esta simple inscripción: "tu Mamá 2".
Que hermoso y triste a la vez!
ResponderBorrarSin duda, es el amor de su vida!
En la otra vida se van a encontrar y van a ser muy felices juntos,de nuevo.
Me ha hecho llorar!
Debieron ser felices para siempres, juntos, jóvenes, alegres, derramando sobre el mundo su belleza, su luz y su esplendor. Representaron como nadie una época de juventud, alegre, sana y luminosa.
ResponderBorrarEs la historia más hermosa de amor que he visto,pero a la vez la más triste,que imprudente la Madre de Romy ....finalmente logró separarlos,en la otra vida sin duda se encontrarán ,porque de que se amaron....se amaron como locos.
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